Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX la revolución del Cuzco

LA REVOLUCION DEL CUZCO DE 1814 299 se los testigos que puedan ser sabeao1 es de los hechos a que se contrae aquel, a quienes se les recibirá igualmente juramento de sigílo en esta materia.- Pedro Miguel de Urbina (rubrica) Ante mí luan Clemente Jordán (rubrica) Ese. I-fabilitado. En la ciudad del Cuzco en veinte y tres días del mes de Mayo de mil ochocientos quince años. Ante el Sr. D. D. Pedro Miguel de Urbina Abogado de esta Real Audiencia y Juez Comisionado pa– ra el conocimiento de esta causa mandó comparecer ante sí al 1'en.t~ Cap. D. Mariano Campana de quien por mí el presente Escribano le recibió juramento que lo hizo por Dios N. S. y a la Cruz de su espada para decir verdad en lo que supiere y fuere preguntado y siéndole al tenor del oficio que va por cabeza con protesta de guar– dar sigilo de lo que aquí se practicare, dijo: Que fue constante /f. Sv./ público y notorio el decidido entusiasmo de Mariano Be– cerra en el sistema criminal de la pasada insurrección, por cuyos principios sirvió, y recibió el grado de Teniente en el Cuartel de esta ciudad, desempeñando con la mayor contracción y actividad. Que también consiguió la Subdelegación de los Pueblos altos de Tinta, donde se condujo con una guarnición con la que protestaba públicamente resistir el paso de las tropas del Rey: Que en su tránsito sembró varias expresiones subversivas y criminales per– suadiendo a los incautos y previniendo el sacrificio de los Espa– ñoles que se manifestasen opuestos. Que a más de todo lo ex– puesto el día cinco de Septiembre del año último, con motivo de que Becerra fue a verlo a la quebrada de Urquillos al hermano del declarante D.D. José Manuel Campana que se hallaba enfermo, le dijo: "que era enemigo del sistema de la Patria con el título de sarraceno por estar casado con la hija de un Europeo: Que ya había vuelto a su antiguo ser, y que sólo sentía que su tío político D. Juan Pascual Laza hubiese escapado a Lima, pues hubiera sido el primer degollado". Que también tuvo noticia de que en dicha Subdelega– ción había robado, pues confirmó por la queja y súplica que le hizo al declarante la hija de D. Buenaventura Macedo para la res· titución de un caballo. Y que esta es la verdad so cargo del jura-