Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX la revolución del Cuzco

308 LA REVOLUCION DEL CUZCO DE 1814 gadier Pumaccahua se vistió del traje del Inca con los designios de coronarse y que también ha oído decir se tituló Marques del Perú. Preguntado si sabe que el Brigadier Pumaccahua tenía preme· <litado sus planes de que derrotado este Ejército pasaría a invadir la capital de Lima para perfeccionar la obra de la Independencia a que aspiraba: dijo que sabe por las generales not icias que el Bri– gadier Pumaccahua esperaba derrotar a este Ejército para dirigirse a invadir la ciudad de Lima, y seguidamente tratar de exterminar la casta de los Españoles a fin de que sólo quedasen Indios en este Continente; que no tiene más que añadir y que lo dicho es la verdad a cargo de la palabra de honor que tiene dada, en que se afirmó y ratificó leída que le fue esta declaración; y dijo ser de edad de cua– renticinco años de edad, y lo firmó con dicho señor y el presente Secretario. Manuel Pon/errada.- Cipriano Olguivel.- Pascual de Berne– do, Sec. En dicho Cuartel General dicho día mes y año el señor Don Manuel Ponferrada hizo comparecer ante sí al Subteniente Celidonia Aparicio, Administrador de Correos de este pueblo, a quien dicho señor Juez Fiscal recibió juramento y una señal de cruz en señal de verdad y ofreció hacerlo en lo que fuere preguntado. Preguntado su nombre y empleo: dijo llamarse Celidonia Apa· ricio, Administrador de Correos de este pueblo y Alferez de estas Milicias. Preguntado si conoce al Brigadier Don Mateo García Puma– ccahua y sabe dónde se halla: dijo que conoce al Brigadier Don Ma– teo García Pumaccahua y sabe se halla arrestado en el Cuartel Ge– neral por traidor. Preguntado si sabe que el referido Brigadier Pumaccahua ha sido el principal caudillo de la insurrección del Cuzco, y como tal pasó a invadir la ciudad de Arequipa, después de haber ejecutado los criminosos actos con que iniciaron la insurrección: dijo que sabe y le consta que el Brigadier Pumaccahua ha obtenido la pri– mera representación de los caudillos insurgentes del Cuzco, que como tal autorizó los execrables actos con que se inició el levan– tamiento, que en la misma forma pasó al frente de las tropas re– beldes a invadir la ciudad de Arequipa.

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