Conspiraciones y rebeliones en el siglo XIX la revolución del Cuzco

LA REVOLUCION DEL CUZCO DE 1814 311 dios, únicamente para dar apoyo a sus perversos hechos: de forma que convencido ya el ponente en los atroces delitos de la insurrec– ción, exclamaba continuamente haciendo los debidos cargos a los referidos Angulo de los capsiosos modos que le habían perdido, cuando con la pensión que le suministraba el Real Erario tenía fi– jada su segura y decorosa subsistencia, y responde. Preguntado cómo se explica en asegurar que los Angulo y demás cabecillas de la insurrección del Cuzco tomaron su persona sólo para dar acogida y apoyo a las operaciones criminales de aquellos, cuando por notoriedad nadie ignora que la expedición de las tropas del Cuzco que fueron a invadir la ciudad de Arequipa estuvo a su mando; que en dicha ciudad aceptó el grado de Tenien– te General de la Patria; que publicó nuevos reg1amentos contra las Leyes establecidas y contra los sagrados derechos de un Mo– narca de quien singularmente había recibido beneficios que no se han visto prodigarse en personas de su calidad; que habiendo regresado de Arequipa trató de convocar y alarmar todas estas Pro– vincias para aniquilar las tropas del Rey dirigidas a su pacificación: dijo que las persuaciones de los dos Angulo le hicieron admitir el mando de la indicada expedición a Arequipa; que el Cabildo de Arequipa es· cierto le confirió el grado de Teniente General, cuyos capitulares le hicieron aceptar con multitud de abrazos; que en cuanto a los reglamentos de que se le hace mención no tiene pre– sente haber intervenido en ellos, ni concurrido en acta alguna que se tratase de particular; y que a su regreso de la ciudad de Arequipa a la del Cuzco solo permaneció en esta unos días, respecto de que José Angulo le obligó a venir a la cabeza de las tropas de españoles, mestizos e indios que con anterioridad habían salido de orden de aquel y a cargo de Gabriel Béjar y un capitán Torres a atacar la partida del Teniente Coronel Don Ignacio Ruizcaro, cuya comisión la efectuó desde luego derrotando a este, y responde. Reconvenido cómo niega la intervención que tuvo en la Acta que se celebró para establecer nuevo Reglamento para la adminis– tración de Justicia, la de Hacienda Pública y otros Ramos, cuando por el testimonio de la misma Acta que se le pone de manifiesto consta que la presidió y suscribió?: dijo que viene en acuerdo de haber concurrido en el cabildo que produjo la mencionada Acta, trazada por la inteligencia e intereses de los Abogados que le rodea– ban, cuyas operaciones no las podía comprender el confesante por su escasa capacidad e ignorancia, y responde.

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