El Perú en las Cortes de Cádiz
118 GUILLERMO DURAND FLOREZ Ya qU:e somos hermanos para los sacrificios, seámoslo para todo; sean iguales en representacion los americanos, y esto se declare hoy mismo." El Sr. Perez de Castro: "Desde que se agita esta qüestion no he podido fixar mi opinion de un modo irrevocable, porque no he visto bastantemente desenvueltos algunos principios ó puntos, cu– ya aclaracion es indispensable. Sin embargo, puedo adelantar dos proposiciones; una que si yo hubiera sido autor de la convocatoria para estas Córtes, habria tomado el tiempo, y sobre todo las lu– ces convenientes para hacer un arreglo, y las Américas habrian te– nido una representacion igual á la de la península, de modo que se hallarian aquellos paises igualmente representados en este Con– greso; y otra, que si yo fuera diputado de la América, no habria ahora presentado la solicitud que se produce para estas Córtes extraordinarias. Quiero decir que hallo justo en general que la re– presentacion sea igual, y que quisiera que, si posible fuese, lo sea en las presentes Córtes, aunque reconozco que ha sido intempes– tiva la solicitud. "Que la América tenga un derecho á ser igualmente repre– sentada que la península, me parece una de aquellas verdades que no han menester explicacion, y en la que se halla conforme la to– talidad ó casi totalidad de este augusto Congreso. La dificultad puede estar en si esta iguar representacion, deberá tener lugar en las presentes Córtes extraordinarias. Quando se discutió esta ma– teria en los debates que precedieron al decreto de 15 de octubre, se reservó prudentemente establecer lo conveniente sobre este punto para ocasion oportuna, entendiendo las Córtes por oportu– nidad la constitucion política del estado. Este fué el sentido, ó sea la intencion de aquella cláusula. Tres meses van pasados des– de entonces, y en mi juicio valen por tres años en experiencia y acontecimientos notables. Claro está que haga alusion á los dis– turbios ocurridos en diferentes puntos de América. Algunos te– men que los diputados que nuevamente se aumentasen podrian te-. ner la tentacion de atacar la validacion de todo lo que las Córtes han hecho hasta aquí; otros recelan que si hubiese de esperár– seles, quedarian parados ó suspensos los ulteriores afanes de las Córtes que no admiten demora; he oido á algunos señores dipu– tados de América que nada de esto debe temerse ni recelarse, pues solo se desea una ampliacion en la representacion america– na, sin que sea la intencion de los promotores de esta solicitud que las tareas de las Córtes sufran entorpecimiento ó detencion; y
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