El Perú en las Cortes de Cádiz
EL PERU EN LAS CORTES DE CADIZ 125 Desde los primeros pasos que se dieron en la proposicion se nos dixo que era indispensable asentir á ella, pues de lo contra– rio se nos escapaban las Américas. A mí me hizo fuerza esta enun– ciativa y aunque no hubiesen tenido tanta razon como tienen, solo por esto hubiera aceptado, porque interesa mucho á V.M. y á la nacion que sean suyas las Américas. Esto se nos ha repetido en todo. Me acuerdo mucho, Señor, que una de las cosas que se pro– pusieron para hacer ver que era necesario adherir al indulto que se acordó á los amotinados de la América, fué excusándoles de no haber reconocido á un gobierno que no tenian por legítimo. Sien– do esto así, como yo creo que 1o es, me parece que la proposicion de los señores americanos envuelve el mismo motivo, la idéntica causa, séase el pretexto que tuvieron aquellos americanos para los movimientos que hemos experimentado. Porque, Señor, si la repre– sentacion no está completa, se viene ó parar en que las Córtes no son legítimas, que las Córtes nada han hecho hasta aquí, y que lo determinado en todos los decretos es nulo, y no tiene fe, y que segun este principio no querrán obedecer á un Gobierno que no está legítimamente constituido. Esto, Señor, es para mi de mu– cho peso; y suplico á los señores americanos que solo por el bien de la causa pública desistan de su pretension en esta parte. Digo esto, porque sino, Señor, ¿con que cara, con que razon, con que motivo diremos á los que resistan jurar y obedecer al decreto de 24 de setiembre y otros: habeis faltado? ¿Yo no sé como podre– mos decirlo, ni como evitar la diferencia de juicio en las causas que se formen por este motivo? Si los americanos se resisten ha– brá una diferencia grande del modo con que se trate á los ameri– canos, y á los que no son de allí. Estos hechos, Señor, son tan de bulto que me parece se tocan, y que se palpan, y no era necesa– rio que yo los expresase. "Los americanos tienen ya declarada la igualdad de derecho que V.M. les ha concedido, como á los europeos. Esto, Señor, bas– ta para que se aquieten y tengan una certeza evidente de que V.M. cumplirá; y si quieren, ahora mismo podria . declarse que la representacion en las Córtes venideras será igual; pero en las actuales, Señor, aunque se quisiera no pueden asistir; y si ahora se les llamare, y no vinieren ántes de la disolucion, dirían que es– to es un engaño; y aquí no tratamos de engañará nadie. Aquí que– remos que sea efectivo y real quanto se haga, de modo que siem– pre sea duradero..... Pero, Señor, ¿no seria ridículo (que no se de– be pensar por hombres) que á un cuerpo ya constituido se le aña-
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