El Perú en las Cortes de Cádiz

562 GUILLERMO DURAND FLOREZ pero es .necesario que las Córtes declaren su derogacion; pues de otra suerte la sed insaciable del oro pretenderá sostenerlas. Pero . si V. M. , por motivos que yo no alcanzo resolviere que continuen las mitas, en este caso (que yo no espero) no pediré que esta ser– vidumbre se haga extensiva á las <lemas partes de la nacion; no, Sefior, estoy muy distante de pretender aumentar el número de los infelices: giman los indios, como han gemido trescientos años, has– ta que la providencia bienhechora eche hácia ellos una ojeada compasiva. Lo que si diré á V. M. es que no derogando ó decla– rando la derogacion de las mitas, V. M. las hace compatibles con la constitucion, y tenia V. M. que mañana se pretendia imponer otra servidumbre á los españoles, valiéndose de este exemplar que V. M. habia autorizado. Señor, si los españoles quieren ser libres, deben ser muy zelosos de su libertad: es menester no olvidar que en todo gobierno moderado la libertad de un solo individuo es ven– tajosa á todos: no se le puede despojar de ella sin ocasionarle pri– vaciones que · de uno en otro, como un mal contagioso, viene á afectar todos los miembros de la sociedad; pues con mucha mas razon debe temerse este contagio terrible, privando de la liberiad á muchos millones de españoles; lo que resultaría si no se abolie– sen las mitas. Mas yo no puede esperar esto de un Congreso tan ilustrado y benéfico. Ha visto V. M. que las mitas son contrarias á los principios de la sociedad; que destruyen la libertad civil, la propiedad y la seguridad individual; que causan la pobreza, la des– tmccion y la degradacion de l,os indios; en una palabra, que son una verdadera servidumbre personal. Decrete, pues, V. M. su abo– licion, y restituirá á los indios los derechos de hombres libres, de que tan injustamente han sido despojados." Habiendo pedido la palabra el Sr. Ostolaza, dixo El Sr. conde de Toreno: "Señor, esto debe votarse sin mas dis– cusion. No sé que ningun señor europeo piense oponerse: los se– fiores de ultramar dudo mucho que lo hagan: yo tampoco me opon– go. Con que me parece que no es honor del Congreso el detenerse en este. Votese pues." - Efseñor- Gallego·: "No; · Señor, que hablen- todos· los-que quie– ran. Verdaderamente no puede decirse que esto está discutido, porque nadie se ha opuesto. Si el Sr. Ostoloza tiene algo que decir que lo exponga, y diga su señoría lo que se le ofrezca. Yo me acuer-

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