El teatro en la independencia
JO mañana hemos v·isitado Ja por– tado de G11ia, y gracins <)lle hoy nos dieron las oraciones en ella que btros <lias hemos Jle– gado aquí á hts siPte y media de la noche ... y si foera eso tau solo ... pero caminar hasta Aliaga inciertos de conseguir nuestro .deseo, es una locura de buen tamaño. Lor. ¿ Como inciertos? todos Jos han visto, y si hubieramos an– dado un poco mas no uos regre– sariamos sin verlos. Man. Y que ¿ qu-erla U. que fue– semos hasta la Chacara de Ccr– -ro que está mas de dos leguas de aquí, que regularmente hu– b!eramos tenido que pasar allí la noche, y en tanto la botica .... Lor. ¿ Qué se me da á mi <le la botica ? vea yo á los patriotas; lo <lemas me importa poco. Man. No tiene V. amigo D. Lo· renzo mas deseos de verlos que yo, pero mi quebrantada salud no me permite hacer mas dila– taclo camino. Sin embargo; es fatalidad que habiendo ellos lle– gado hasta cerca de la portada como afirman todos , nosotros elijamos precisamente la hora eu que se .retiran : c..:toi impa– ciente : ¿qué ag·uardarau para en trat·? Los tirnnos hu yen pre– s urosos <le la Capital : el Pue– blo anhela ansioso el dulce ins– tante <le estrechar eutre sus bra- ~ . ' 1 zos a sus am1gos , a sus 1er- mauos, á sus invictoia liberta– dores ~ En fin , cada momento de demora nos angustia. Lor. V qms1era qnc todo cami– nara ele acurrrlo con su ten 1 pe– ramento: unturalmente ardí "11- te, 110 reflexiona que ~s preci~o coordinar las cosas hnjo cJel me– jor órclen para · entrar en una poblacion tau numerosa y en la q ue re()"ularmente no faltan al- º . ~;unos e11cni1gos. Man . ¡ Enemigos ! ¿cual. de ellos osaría alzar la voz que no füese victima de nuestra justa ven– ga uza? Acabó )' ª c·l <le~potis rno : los opresores ahate11 su!J frentes altanerns, y 110 ao~.:.n le– vantar los ojos para mirar a aquellos mismos á quienes tan– tas \'eces han ultrajado, eu tan- · to que nosqtros elevados al glo– rioso ra110·0 de honl\bres libres, ~ solo recordamos nuestras ofen- sas para hacerles ver la gene– rosidad americana. Virnu, si: pero estemos siempre \'elaudo sobre sus accioues, no una ne– cia coufüliJza nos envuelva en nuevos males . Lor. Ya tenul'á el gobierno cut· dado de todo : la experiencia de lo fHl 8ado le ha1-á tomar las precauci 11 e~ convcnie11tes á fin de evitar toda sorpre'Za. l\1an . P ero eu tre tanto , nosotros no debemos <lonnir , sino c:oa<l– yuvar con nuestro zelo y con– titwa vigilancia á que no se al– tere el orden. Si todos los Pa– triotas camimlrnos aun fin, si to– d os aspiramos a la exaltacion <le la Patr.i1.\ , todos dcbe1nos trahujar. Lor. ¿y quien sera el que se nie-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx