El teatro en la independencia

rezma y tanto' j-untos '? Hip . . ¿ Y que embarazo tiene? to– do tiempo es bueno pa1·a ·arre.o pentirse. Ayer por la tarde es– tuve yo en los Descalzos y a la ·verdad que me edifico el buen e-xemplo que me dieron: estaban en lo mas interior del Convento divididos en diverso~ grupos, y sus semblantes tetri– cos daban pruebas nada equi– vocas de un verdadero arrepen– timiento: luego que me vén, se asustan, suspenden la con– versasion~ que regularmente se– ria sobre cosas santas, o acaso estarían resando, y quedó todo en el mas prntundo silencio. No dejó de sorprende·rme ver a tan– tos hom hres pal idos, a batidos , indicando hasta en sus menores movirnieAtos estat· entregados á la mas austern penitencia . El sitio sombrió) los elevados ar– boles y hasta el Cerro arenoso pue hace espalda a aquella San– ta recoleccion y lo principal de todo, el exemplo de aquellos hombres que ma11ifestabao es– tar mas peniteutes que los mis– mos R eligiosos; me estaban dan– do ganas de quedarme a hace1·– les compañia, cu a ndo se lleg·a a mi un l·everendo Lego espa– ñol, y con comedida s palabras me amonesta salga d e aquel sitio d estinado solo para con– gregacion de Comerciantes ttrre– peoti<los. Esto y el mal gesto que me pusieron los tales, me hicieron apresurar el paso, cuan- 8 17 9 do at salir, un anciano de la Congregacion mercantil, se acer– ca 3. mi y me pregunta, que novedades c0t·rian en la Ciudad: respondile, que las mas fauxtas .• ¿ Como... ? Que ¿ ·regresa por ventura el ejercito real? no Se– ñor, todo lo contrario, le repu– se : se aguarda por momentos una division de las valientes tropas de la Patria: ·al oir esto se enciende el rostrn de nues· tro Vi~jo mercader y con cole• ricas palabras dice entre dientes: poco les durara el gozo. El Le– go, atropellando la modestia re· ligiosa, con ademan grnsero me tr>ma por el brazo, y cas.i a em– pujones me arroja de aquella nueva Cartuja de monopolistas, dejandome arrepentido, no de mis culpas como salen muchos de aquel Santuario, sinó"de ha·· ber dado unas noticias á mi parecer gratas para todo hom– bre racional y pacifico, pero las mas desabridas pa1·a los peni– tentes me rcaderes. Lor. P ero homHre, lleguemonos a la razon: todo hombre natu– ralmente se indina á dominar: estos q ue por tantos años han sido u uestros superiores man– dand o en j efe en todo ¿ no han de entir que se escape de s us maoos el riqui simo mayo– razgo que hán poseído por mas de tres siglo!S 1 ¿ Era poca ven– tura que cualquiera P eninsular el mas eslupido, fu ese preferi– do en estas hermosas regiones