El teatro en la independencia
348 GUILLERMO UGARTE CHAMORRO COR. Un favor mas, monarca adorado. Permíteme ir con el heraldo. ATAH. Acuérdate, Cora, de que no solo eres esposa, sino ma– dre tambien: no aventures tu honor y la seguridad de tu hijo. Con bárbaros semejantes, tu juventud, tu amabilidad, tu inocencia, rema– chanan mas las cadenas de Alonso, y aumentándose sus temores por tí, se despedazaría mas su corazon. Aguarda, Cora, el regreso del heraldo. COR. Enseñadme como he de vivir hásta entónces. ATAR. Ahora, vamos a tributar a los Dioses acciones de gra– cias por la victoria, y a pedirles por la vida de nuestro Alonso. (Marcha y procesion. Salen todos.) ESCENA II. UN BOSQUE. (Entran Cora y su hijo.) COR. ¡Anjel de dulzura! ¿qué será de tí? (Entra Rola). ROL. Cora, a tu órden acudo al lugar señalado. COR. ¡Oh hijo mio! ... hijo querido¡ ... ¿aun tendrás padre? ROL. ¡Coral ¿puede faltarle padre a tu hijo, viviendo Rola? COR. ¿Y en breve no le faltará madre tambien?. . . acaso crees que yo sobreviviré a la pérdida de Alonso? ROL. Sí, por amor de su hijo-Sí, ya que amaste a Alonso, Cora, escucha al amigo de Alonso. COR. Preciso s ria para eso oir a todo el mundo, pue ¿qui n no era de Alonso amigo? ROL. Sus última palabras ...
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx