El teatro en la independencia

EL TEATRO EN LA INDEPENDENCIA 353 PIZ. Y me han dicho que tambien estás casado, ¿no? ... y que eres padre de un hermoso niño. . . heredero, sin duda, de toda la lealtad de su padre, de toda la fidelidad de su madre. AL: Me lisonjeo, sí, de que será el heredero de todo el odio de su padre al fraude, a la opresión, a la hipocresía; de toda la vir– tud, dulzura e injenuidad de su madre: heredero tambien de todo el aborrecimiento de Pizarro. PIZ. ¡Sí! ... en verdad que me dá lástima ese pobre huér– fano: el Sol de mañana verá sin padre a tu hijo.-Alonso, nume– radas están tus horas.; ELV. No, Pizarro. PIZ. Retírate o teme mi cólera. ELV. Ni me retiro, ni tu cólera temo. AL. ¡Amable y jenerosa criatura! no malgastes así tu piedad: en balde es pretender que suelte el tigre la presa que en sus garras tiene. PIZ. ¡Audaz rebelde! traidor a tu Rei! ... de tu Dios renegado. AL. ¡Falso! PIZ. ¿No eres, dí, desertor de las !ejiones de tu patria? y con víles paganos coligado, ¿no has guerreado contra tu suelo natal? AL. ¡No, desertor no soi; yo no nací entr ladrones, piratas y asesinos!-Cuando esas 1 jion s, dominadas por la d t stable pa– sión de la codicia y excitarla por tu loe ambición, se olvidaron d l honor castellano, y violaron os deberes de la humanidad, lla fu ron las que de mí desertaron. No he guer eado yo e nlra mi pai natal, sino contra los que ha usurpado su poder. Lo p ndon d mi patria, cuando en ellos me alisté y cuando tomé la arma , t nian por Iema,justicia, fe, misericordia. Si ese lema h borrado, han abatido y pisotead os p do es, no L 1 g patri , m potestad alguna con d recho a -ocha e b Id' a.

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