El teatro en la independencia
EL TEATRO EN LA INDEPENDENCIA 361 AL. Dale en mi nombre las mas espresivas gracias; y en cuanto al refrijerio, vuélvetelo a llevar, no lo necesito. SOLD. He servido a vuestras órdenes, Don Alonso; y me com· padezco, (perdonad si así me espreso,) de vuestra suerte (Vase). AL. En el campo de Pizarra no hai duda que requiere perdon el compadecer al desgraciado.(Mirando ácia fuera). En verdad que ya vienen débiles albores disipando allá en el oriente las sombras de la noche; una hora de vida solo me queda. ¿Mas a qué estar acechando el amanecer? No importa la obscuridad de este calabozo para dirijirte, soberano señor, mi última plegaria. . . ¡por mi espo– sa, y por mi hijo! ¡Oh! Concédeles que vivan en inocencia y paz: dispénsales salud y pureza: todo lo <lemas es nada. Entrase en el calabozo. CENTINELA. ¡Alto! ¿Quién es? quién es? ROL. (Desde adentro.) Un padre que a visitar al preso viene. (Entra Rola, disfrazado de fraile.) ROL. Decid, amigo: Alonso, el prisionero español, ¿no está en este calabozo? CENTINELA. Sí. ROL. Tengo que hablar con él. CENT. Imposible. ROL. Es mi amigo. CENT. Aunque fuera tu hermano. ROL. ¿Cual vá a ser su suerte? CENT. Morirá al salir 1 sol. ROL. ¡Ah! ntonc s vengo a ti mpo. CENT. Cabalmente, para pre nciar su mu rt .
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