El teatro en la independencia

EL TEATRO EN LA INDEPE DE CIA 371 segmre: tú, caudillo triunfador, has de escucha¿-me. Pero ántes, acepta, Rola, para tí mi perdon, y sábete que, aun cuando yo haya de ser víctima de la nobleza de tu alma, te admiraré por ella. Y ya que yo fuí quien acarreé mi desgracia, contra la cual debiste tu haberme protejido, no me siga tu menosprecio al sepulcro. !Si conocieras las diabólicas artes, de que en un principio se valió este hipócrita para seducir mi candoroso corazon! ... Si supieras que hasta el piadoso recinto donde yo moraba, empleó la corrupcion y el fraude respecto de aquellos en quienes yo confiaba mas, hasta que mi fantasía desordenada me llevó , paso a paso, al abismo del delito! ... PIZ. ¿Por qué no me obedeceis?-Sacad de aqui a esta mujer. ELV. Ya no tiene remedio; mas si te contase mi historia, me compadecerías, Rola. ROL. A fé mia que te compadezco. PIZ. !Villanos! Llevadla al calabozo! que preparen pronto el tormento! ELV. fia n tu od r. PIZ. (a Rola) ¿O rabl , u a m no pr pa- raban h 1

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx