El teatro en la independencia

EL TEATRO EN LA I DEPENDENCIA 373 PIZ. ¡Huyó Alonso! ¿Con que jamás se satisfará la venganza en que mas se interesa mi corazon? ROL. Desecha de él semejantes pasiones, si quieres vivir en paz contigo mismo. PIZ. Yo puedo arrostrar a cuantos enemigos se atrevan a ponérseme delante; mas no gu rrear con mi natural! ROL. Entonces Pizarro, no presumas pasar por héroe, supuesto que el triunfar de nosotros mismos e la única conquista, en que no tiene parte la fortuna. En los combat , la suerte puede arran– carte el laurel, asi como pu de colocarlo n tus sienes; pero en la lucha contigo mismo, solo con t ner re olucion vencerá el impulso virtuoso. PIZ. Peruano, no encontrarás en mí un ser ngrato o poco jeneroso. Vuelve a los tuyo ; libre estás. ROL. No haces en esto mas que lo que dictan el deber y el honor. PIZ. No puedo prescindir de admirarte, Rola. ¡Quisiera que fu ' mos amigo ! ROL. ¡ dios; t n compa ion d Elvira! Sé amigo de la vir– tud, y lo rá mio. (Sale.) PIZ. ¡ mbicion! Dim , ¿qu' fanta ma 1 que he p r. - guido? n dond tá 1 pla r qu me ha propor ionado? Mi fama s bl n o d la nvidia; mi amor, jugu t d la trai ion; mi glori v lip ada por 1 mozu lo qui n o n ñ ' ; mi honor, onfundido, humillad por 1 rudo honor d un al aj , nobl lm ai 0 0 nonadado!-¡Oh. i vol impo ibl -· i lo m no m fu r fl ion !-¡M ' roo, í ndo 1 p n mi mi infi rno ! ( a e.)

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx