El teatro en la independencia

32 24 del Pera. Pep. No puedo estar, lo confieso Si D. Tomas ha ido en b.usca mia, ha de estar impaciente no encootrandome, y asi dejame ir en un momento á mi Casa; pronto daré la vuelta. Ros. Y o te acompaña ria, pero ten- go qu~ dár mis disposisiones para la cena. Pep . No importa: fré con un criado Fran. S~ñorita, si V. gusta ser– virse de m.i ...... Pep. Admito el honór que V. me d.ispeusa. SCENA SEGUNDA. Dichos1y Don Hipolilo. Hip. Ya me tienen ustedes aquí. Pep, ¿Y los otros compañeros? Hip. ¡ Quien save de ellos !. Y o fui en su busca á la botica, presumiendo qne hubiesen ido alli antes de ret:rnirse en casa de V. y solo encontré en ella aun Caballero y auna Señora ( a quienes no conozco) que bus– caban a D, Manuel, diciendo les precisava el verlo, y presumien– do estuviese aqui , los hé traído y quedaa fuera. Ros.. ¿Y por que no los há he· cho Y. entrar? Hip. Como no sabia el gusto de V.. Ros. Mi casa es d e toJos los pa– triotas: si són conocidos de D. Manuet por fuerza hao de ser de su mismo sistema, y asi no los tenga V. esperando: que~n­ tren á descausat· en tauto que viene D. Manuel.... Vase DonHip. SCENA TERCERA. Dichos y lurgo Don Hipolito que UNelve d salir con Don Tomas que trae á Doña Luysa sirviendole de -brazete y se encuentran á su tiempo con Don Francisco y Doña Pepa que salen del mismo modo Pep. Y o me voi, hija hasta 1u ego. Rüs. Cuidado que sinó vuelves pronto. voi p(}r ti. Pep. No tie1ies que decirme: al momento me tendrás aqui . Fran. Deme V. permiso, mi Seño– ra Doña Rosita. Ros. Le encar.go a V. que no vuelva siu ella. Al en h~ai'se salen D. Hipolito Don Tomas y Doña Luysa del modo Tf{/'erido . Hip . Aq u i tiene V. a estos Señores. Pep . ¡ D. Tomas! Tom. ¡Pepa! Pep. Me alegro que venga V. tambien. acompañado. Tom. Tampoco lo vá. V. mal,

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx