El teatro en la independencia: piezas teatrales

EL TEATRO EN LA INDEPENDENCIA XXIII gún caso, se trata -como lo creyó posible Trenti Rocamora– de la pantomima que el cronista también menciona como repre– sentada después de la loa. Prueba de ello es que en la Relación, luego del texto de las loas, se lee: "Concluída la oda (primera y se– gun·da partes), comenzaron los niños la pantomima ... ". Además, la naturaleza del arte pantomímico -arte del gesto y del silen– cio- rechaza la confusión de un espectáculo de esa índole con una loa de 206 versos. Ambas piezas se presentaron el 2 de febrero de 1790 en la Plaza Mayor de Arequipa, interpretadas por el cacique e indíge– nas de la Parroquia de Yanahuara. Un suntuoso "carro triunfal" o "castillo" de 16 varas de largo por 4 de an·cho, figuraba ser una chata o embarcación de corto calado, primorosamente adornada e iluminada. Sobre él, rica y apropiadamente ataviados, cuatro reyes representaban las cuatro partes del mundo, y una niña y tres niños significaban los cuatro tiempos del año. "Delante del carro, a caballo, vestido de militar y espada en mano, y saludando con ella al señor Intendente y Cabildo", el cacique de Y anahuara inició la primera loa recitando el papel de Embajador. . Luego de las loas, los niños interpretaron la pantomima antes citada y, en sus intermedios, ejecutaron varias contradanzas "con tanto acierto, que merecieron de los señores del Cabildo e innu– merable pueblo que había concurrido, los mayores aplausos". El 7 de enero se ofrecieron, también en la Plaza Mayor, la tercera loa y el entremés, interpretados "con propiedad y des– treza" por el cacique y algunos indígenas de Cayma, sobre un ca– rro triunfal de doce varas de largo que figuraba una enorme cas-· cada y en el que estaban representadas "las cuatro virtudes", una "tapada", "un venerable anciano" y "cuatro ángeles". Esta loa -que podría denominarse Loa de las cuatro virtu– des- tiene por personajes la Fe, la Esperanza, la Caridad, la Pru– dencia, un Embajador y un Indio. Es la más extensa de las cin– co piezas pues tiene 740 versos. Como en las dos loas anteriores, en ésta se hace presente la Música como sonido y personaje. Se trata, por consiguien'te, de tres loas musicales. El papel de Embajador fue desempeñado por el cacique de Cayma, don Agustín Alpaca, quien obtuviera la real patente de Te– niente Coronel de Milicias por haber permanecido leal, junto con otros caciques, a la causa del rey durante la revolución de Túpac Amaru (Memorias para la Historia de Arequipa 1786-1791, Por Víc– tor M. Barriga, t. 1, Arequipa, 1941, p. 298). Tales circunstancias

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