El teatro en la independencia: piezas teatrales

EL TEATRO EN LA INDEPENDENCIA XXIX lodrama, dos comedias, tres sainetes y dos loas) y una disertación con tema de teatro. Como lo expondremos más adelante, nosotros tenemos fun– dadas razan·es para presumir que don Juan también fue el autor del drama alegórico La Constitución, compuesto y representado en Santiago, en 1823. , Hasta hoy, sólo se conocían -y en ediciones agotadas hace mu– chos años- el melodrama, las dos loas y el estudio sobre los melodramas. En la presf?,nte recopilación se reimprimen esos cua– tro trabajos y, además, se publican por vez primera, dos piezas es– cénicas de Egaña cuyos originales manuscritos hemos descubierto recientemente en nuestros trabajos de investigación: el Diálogo entre la América y España, compuesto en Lima; y el entremés El valiente a la moda que es el mismo que Lizardi registró como sainete y con el nombre de Piliforont.e o el valor ostensible. De este modo, se ofrecerá toda la producción escénica de Egaña, has– ta ahora conocida. En su mayor número, las piezas teatrales de Egaña fueron escritas en los años iniciales del siglo XIX, durante el entusiasmo que por el arte y la literatura se promovió -como luego lo vere– mos- ert un cenáculo de escritores convocados en Santiago en tor– no a doña María Esterripa de Muñoz. La creación dramática de Egaña corresponde, pues, especialmente, a las postrimerías de la época colonial. Después, las preocupaciones revolucionarias, legis– lativas, profesionales y familiares, embargaron su existencia. Es muy de lamentar que las comedias Porfía contra el desdén y El amor no halla imposible y los sainetes El marido y su sombra y Amor y gravedad sean absolutamente desconocidos y no se con'– serve de ellos más información que la de sus meros títulos, hecho mayormente deplorable si consideramos que lo más personal y va- . lioso de la obra teatral de Egaña habría que buscarlo, precisamen– te, en sus piezas del género cómico, según se desprende de la gozosa lectura de su sainete El valiente a la moda. Ojalá estas piezas per– didas sean descubiertas algún día. En cuanto a las dos loas, demás está apuntar que, de acuer– do con la naturaleza propia de tales composiciones y con las cos– tumbres impuestas por la época, ellas tienen un carácter esencial– mente laudatorio y cortesano. Como en toda la producción intelectual de Egaña, en ésta de teatro se evidencia su sólida formación cultural forjada en las aulas de la Universidad de San: Marcos, en la que se graduó de Bachiller en Cánones y Leyes, y en las del Seminario de Santo To-

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