El teatro en la independencia: piezas teatrales

EL TEATRO EN LA INDEPENDENCIA A su vista tembló la tiranía, y de sus manos lánguidas el cetro se le desliza, o bien se le arrebata. Las bárbaras costumbres se disipan cual nubes ante el sol; y allá en la ingrata región del norte helado se condensan nuevo orden, nueva ley, nuevas naciones que el patriotismo y el valor defienden; y para fomentar estas virtudes, grandes ejemplos, útiles lecciones de la filosofía y de la historia, se nos ofrecen siempre a la memoria. Ved allá, en Grecia, viuda de los dioses, y cuya sombra impone todavía, los milagros del teatro portentosos, a que Sócrates mismo concurría, su voz grave y solemne mezclando a los aplausos numerosos de que el gran circo resonar solía; y allí se vió la primitiva escena de pompa, majestad y gracia llena, si al vicio infama, o las virtudes premia, a la patria gloriosa dar más héroes, que sabios la Academia. Renovad esos tiempos venturosos, oh digno jefe, que en el patrio suelo el bien promueves con ardiente celo. Aquí, a tu genio activo, infatigable, aquí, por todas partes, la patria ofrecerá los más preciosos primeros elementos de las artes, que para producir grandes portentos, con que el mundo se asombre, esperan impacientes sólo la mano y dirección del hombre. Arboles, montes, ríos, minerales, las recias trabas vergonzosas rotas, con la copia de frutos singulares, brindan a las naciones más remotas. Y antiguas selvas, bosques encantados 337

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