El teatro en la independencia: piezas teatrales

XLIV GUILLERMO UGARTE. CHAMORRO Pese al desagrado con que, especialmente en los sectores li– berales, se recibió la Constitución chilena de 1823, elaborada por Egaña, los actos celebratorios de su jura y p roclamación, dispues– tos por el Gobierno y el Congreso presidido por don Juan, estuvie– ron revestidos de excepcional aparato. En el Examen Instructivo sobre la Constitución Política de Chile, promulgada en 1823, difun– dido profusamente en febrero y marzo de 1824, mediante entregas periódicas, el mismo Egaña escribió: "Si el voto público se expli– ca por las demostraciones favorables de júbilo, ningún acto na– cional puede lisonjearse de haber tenido mayor aceptación. Fies– tas eclesiásticas, populares y de teatro, magníficos tronos para el juramento y promulgación, inmensa concurrencia, iluminaciones, medallas, refrescos... . son los testimonios de la aprobación gene– ral". En una de las actuaciones ofrecidas con' este motivo, se es– trenó en el teatro de Santiago un drama alegórico titulado La Constitución, de texto hoy ignorado y de autor desconocido. Al respecto, nosotros creemos que fue el propio Egaña quien lo com– puso. Nos asisten· varias razones para sostenerlo así: su reconoci– da facilidad para escribir -era uno de los contados autores teatra– les que había en Santiago- y, sobre todo, nadie como él tenía ma– yor interés personal en el éxito y brill<? de estas fiestas. Igualmen– te, el anonimato de la pieza en aquellas especiales circunstancias celebratorias, invita a pensar en Egaña como su autor. Y éste, en· ningún caso, pudo ser fray Camilo Hen:ríquez -también autor tea– tral- por haberse mostrado poco adicto a la Constitución de 1823 y no haber sido nunca muy amigo de Egaña. Lo que sí esta ple– namente probado -y ello constituye otro indicio confirmatorio de nuestro aserto- es que don Juan fue el autor del texto de las canciones patrióticas que se entonaron en el momento en que el Supremo Director, don Ramón Freire, promulgó dicha Constitu– ción desde un estrado erigido en la Alameda, de Santiago. De este estreno teatral dio cuenta la hoja impresa Redactor Extraordinario del Soberano Congreso (Libro 1, N? l, Santiago de Chile, 10 de enero de 1824). Algunos de sus párrafos expresaban: " ... Por la noche (del 1? de enero de 1824) se representó en el teatro el drama de la Constitución. Este espectáculo cómico correspondió en un todo a la dignidad de una fun– ción cívica. Especiosas alusiones y brillantes alegorías recor– daron la marcha del Estado durante el curso de la Revolu– ción. Allí parecieron sensiblemente los riesgos que hemos co-

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