El teatro en la independencia: piezas teatrales

EL TEATRO EN LA Il DEPENDENCIA con el corazón i voces gritan: ¡que viva Fernando! Cochrane.- Este es mucho ponderar: ¿Ya acabaste? Vijía.- Aun no acabo. Por la posta en sesenta horas toda marcha redoblando, se pueden poner en Lima diez mil valientes soldados, de lea, de Pisco, de Chincha, de Chancay y de otros varios pueblos de toda la costa que hai desde Nazca hasta Guacho. Cochrane.- ¡Este demonio es la causa de que yo me halle burlado! Benet.- ¿Yo, mi jeneral? ¿por qué? no hai que creer a este zamarro; yo sé de que el triunfo es nuestro con los cohetes incendiarios. Cochrane.- Eso sí, los grandes cohetes han de abrazar (sic) al Limano. Benet.- Reconozcamos la Isla, que es lo que importa, de paso. Cochrane.- Enséñame este terreno. Vijía.- Sí, mi señor, pronto vamos. 379 Vanse los tres. Bajan en vuelo Asmodeo i O'Higgins a la I sabe!. Asmodeo.- Ya te pongo, Director, en la Fragata Isabela, donde está Lady Cochrane, aquella preciosa perla que del Támesis al Maule vino a servirte de estrella.

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