El teatro en la independencia: piezas teatrales
LVIII GUILLERMO UGARTE CHAMORRO lento floreddo en las aulas universitarias de Charcas, su sólida ilustración jurídica y filosófica, y -lo que es de admirar más, da– da la época (1808) y las circunstancias en que fue escrito- su va– lentía rayana en· la temeridad. Muy poco después, sufriría la pri– mera de sus varias prisiones. De indudable importancia es este documento político y litera– rio. El cumplió con amplitud y eficacia su noble objetivo de di– fundir la doctrina de la revolución americana y de exaltar los en– tusiasmos para concretarla en acciones insurgentes. Pero es más: la evidente similitud formal y con·ceptual del Diálogo con la famo– sa Proclama de la Junta Tuitiva en la Revolución de La Paz del 16 de julio de 1809, ha hecho pensar a Guillermo Francovich, ex-Rec– tor de la Universidad de Chuquisaca, que el autor de la Proclama fue Monteagudo y no, como comúnmente se cree, el cura José An– tonio Medina. Abonan esta lógica presunción, otras razanes histó– ricas que no es del caso recordar. Pero sí debemos señalar que es– ta Proclama de la Junta Tuitiva -"el más fervoroso c(lnto a la democracia en ese período crepuscular de la Colonia", según jui– cio de Francovich- está dirigida a los "Valerosos habitantes de La Paz y de todo el Imperio del Perú" de igual modo cómo la pro– clama contenida en el Diálogo de Monteagudo está dirigida a los "Habitantes del Perú". Ello prueba, una vez más, que, pese a de– marcaciones-administrativas coloniales, el sentimiento de la perua– nidad se man·tuvo unitario en el Bajo y en el Alto Perú, y que los altoperuanos, hasta en sus más solemnes documentos, se llamaban peruanos y, sobre todo, se sentían peruanos, tan peruanos como los del Bajo Perú. · La Loa alegórica "con que solemniza el teatro de la ciudad de Lima los días de Nuestro Soberano Monarca el Señor D. Fernando VII el día 30 de mayo de 1809", fue impresa en Lima en la Casa de Niños Expósitos y, presumiblemente, en ese mismo año de 1809. "Un fiel americano español" figura como su autor. El impreso, de 14 páginas, se puso a la venta en la tienda de Francisco Quiroz, en la calle de Bodegones. En la carátula se inserta el reparto de los actores que participaron en la escenificación correspondien'te. Entre ellos aparece la futura primera intérprete del Himno Nacio– nal, Rosa Merino -entonces de veinte años, más o menos- repre– sentando el payel de Europa. Armando Nieto Vélez ha analizado conven'ientemente esta loa de obvio carácter fidelista. (Contribu-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx