El teatro en la independencia: piezas teatrales
EL TEATRO EN LA INDf-PENDENC!A LXXI 4'!.-El autor de la pieza representada en aquella ocasión, de– bió ser un escritor más o menos conocido y un ferviente patrio– ta. M. C., autor de Los Patriotas. . . fue, como luego lo veremos, el más prolífico de los dramaturgos de entonces y también un ar– dor@so patriota. S<:.-La afirmación de René-Moren·o: Hubo furor de festejos y entre éstos la representación de esta comedia, nos pareció, en un primer momento, poco convincente: era difícil imaginar la esceni– ficación de un hecho que estaba aún ocurriendo o acababa inme– diatamen'te de ocurrir. Nuestra duda se disipó al conocer la fecha teatral del 1<: de agosto de 1821, pues refiriéndose el drama a la feliz noche del 9 de julio, pudimos ya comprender que hubo tiem– po suficiente (29 días) para escribirlo y ensayarlo. 6?.-Tenemos noticias concretas de que Teresa Navarrete, Agustina Valverde, Paula Estrella, Antonio Barbeito y Manuel Bo– rrás, actores que figuran en el reparto de Los Patriotas ... , traba– jaban en el coliseo de Lima, en 1821. Y 7<?.-El autor de la primera loa nacional es el mismo M. C. que firma Los Patriotas. . . En· efecto, cotejando los versos de la loa con los finales del drama patriótico de M. C., descubrimos entre unos y otros, significativas semejanzas. Así, la loa comienza: "¡Que al fin llegaste venturoso día!" y en el drama de M. C., don Hipólito inicia los sendos brindis que los personajes dedican a la Patria, expresando en el suyo: "¡Que al fin respiras, Patria amada mía!". Y ya rtó mera semejanza sino absoluta identidad se advierte al leer en la loa la octava que dice: "Unidos Buenos Ayres, Chile y Lima/¿Quién a poder tan grande se resiste?/¿Quién será aquel si su sosiego estima/Que combatirlos ose, que su triste/Su misera– ble suerte no le oprima?/Pues en la unión nuestro poder consis– te/Eterna alianza entre los tres Estados/Serán de las Naciones res– petados~', octava que en Los Patriotas ... conforma el brindis ín– tegro de don Lorenzo, con las únicas variantes de los términos Colombia por Unidos, y cuatro (Estados) por tres. El autor de la loa fue, pues, incontrovertiblemente, el mismo M. C. Absurdo resultaría pensar en la posibilidad de un plagio en aquellas actuacion'es públicas tan señaladas y en el familiar am– biente artístico de la Lima de principios del siglo XIX. Y la simi– litud de algunos de los versos de ambas composiciones, en nada se oponía a la representación de éstas en una sola función teatral. Pudo ocurrir en esa ocasión lo que en las oberturas del teatro lírico que tratan breves temas musicales más ampliamente desa– rrollados en el cuerpo principal de óperas, operetas y zarzuelas.
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