El teatro en la independencia: piezas teatrales

LXXX GUILLERMO UGARTE CHAMORRO alteraciones de los hechos ocurridos, y expresó, tal vez irónica– mente: "la pieza parece francesa", juzgando, según su criterio, que sólo en París -para cuyos habitantes la revolución de Túpac Amaru era un acontecimiento casi desconocido- podía admitirse tales adulteraciones de la verdad. Y es esta simple y, ,acaso, pe– regrina expresión, "la pieza parece francesa", vertida hace más de siglo y medio, la que ha originado la aberración -harto repe– tida hasta hoy- de creerse que el Túpac Amaru es una traducción o adaptación de una obra francesa. ¡Como si Morante hubiese ne– cesitado recurrir a una producción' europea, para desenvolver un asunto extrañablemente vinculado a su vida, a su Patria y a las luchas libertarias americanas! Hasta Mariano G. Bosch cayó en este error. "Otra de las obras que [Morante] presentó al teatro -escribió- fue La revo– lución de Túpac Amaru, basada en una tragedia francesa conocida pero por demás equivocada; y que él corrigió convenientemente para ajustarla a la verdad de los hechos que él conocía por refe– rencias de familia". (Orígenes del Teatro Argentino, Boletín del Instituto de Estudios de Teatro, rev. cit. p. 180). El Túpac Amaru es, pues, a nuestro juicio, un drama abso– lutamente original de Morante. Aclaremos . también, en honor a la verdad, que yerran aque– llos estudiosos sostenedores de Morante como autor de esta obra, cuando afirman que los manuscritos originales están firmados con sus iniciales. Estas aparecen· únicamente en los originales de El Hijo del Sud, en la forma ya expuesta de L. de A. M., y en los de la pieza El Refugio de Amor en Chile, con las letras precisas de , L. A.M., como luego se verá. 1gualmente, la afirmación de Roh– de, reproducida por varios otros escritores, de que el autor de Túpac Amaru se apoyó "en el Inca Garcilaso de la Vega y, espe– cialmente, en el deán Punes al componer el fondo histórico del drama", es inadmisible en cuanto al Inca Garcilaso se refiere, ya que no es posible comprender cómo las obras de éste, que datan de principios del siglo XVI, pudieron proporcionar "el fondo his– tórico" de sucesos ocurridos casi a fines del siglo XVIII. La influencia que así se advierte en la inspiración de Moran– te y que se manifiesta especialmente a través de la con·ducta de Ventura Santelices, es la de Fray Bartolomé de Las Casas. El pro– pio texto del drama lo demuestra. En la primera escena del pri– mer acto, Túpac Amaru expresa agredecido:

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