El teatro en la independencia: piezas teatrales

LXXXVI GUILLERMO UGARTE CHAMORRO día faltar el que lanza Moran·te por boca de Mercurio: "¡Viva eter– na la Unión Americana!". De las numerosas alocuciones teatrales de índole patriótica y cívica, compuestas y recitadas por Morante, hemos elegido dos. La primera, fue declamada en el teatro de Santiago el 28 de julio de 1824, en una función dedicada al Gobierno y al pueblo chileno con motivo de la derogatoria de Za Constitución de 1823 elaborada por el limeño Juan Egaña del Risco. La hemos repro– ducido de El Correo de Arauco (N? 25, Santiago de Chile, 13 de agosto de 1824) . Precedió a la escenificación de El Aristodemo y fue "dicha por el digno ciudadano Ambrosio Morante con la pro– piedad y calor que sabe darle a la Historia y a la representación de los sucesos". La segunda, fue pronunciada por Morante la noche del 11 de febrero de· 1828, en el mismo recinto teatral y en función celebra– toria de la instalación del Congreso Constituyente de Chile. La he– mos copiado de La Clave, "periódico político y noticioso" (N? 44, Santiago, febrero 12 de 1828). Ambas composiciones se reimprimen ahora, al cabo de siglo y medio y de ciento cuarenta y cuatro años, respectivamente. La Oda pronunciada en el teatro de esta capital (Lima) el día 11 de diciembre de 1825, en memoria del primer aniversario de la batalla de Ayacucho compuesta por Manuel López Lissón' (1), se publicó en la imprenta limeña de J. M. Concha ese mismo año de 1825. Posteriormente, la reprodujeron el Capitán José Hipóli– to Herrera en El Album de Ayacucho (Lima, 1862, pp. 309-310) y Aurelio Miró Quesada Sosa en La Poesía de la Emancipación (Co– lección Documental de la Independencia del Perú, t. XXIV, Lima, 1971, pp. 507-512). (1) En las ceremonias organizadas el 3 de junio de 1826 por la Uni– versidad de San Marcos para recepcionar a don Simón Bolívar, el Dr. Manuel López Lissón, profesor del Convictorio de San Carlos, dirigió, en la mañana de ese día, el examen del Derecho Natural y de Gentes presentado por el estudiante carolino Francisco Orueta; y en la tarde, leyó una arenga dedi– cada al Libertador. Desgraciadamente, se ignoran los textos de esta arenga y de los discursos que, también en esa tarde, 'pronunciaron en San Marcos, Francisco Orueta y el profesor Dr. Jacinto Muñoz Calero. Sólo se conocen el discurso de José Joaquín de Larriva y el borrador del de Bolívar.

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