Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
CAPITULO 11 FERMENTACION PATRIOTICA - EL 25 DE MAYO I Las medidas de franco comercio con el mundo, y otras apre– ciables libertades decretadas por el intruso Beresford, al '"'ocupar intempestivamente la capital del Plata; medidas disfrutadas por ésta y por sus dependencias desde 28 de junio hasta 12 de agosto de 1806, o sea por el espacio de cuarenticinco días solamente, desapa– recieron en el acto con la reconquista, ya que el cabildo, compuesto de españoles; el comercio, concentrado en manos de los mismos; y las autoridades subalternas de Liniers, -todas surgidas del ve– cindario peninsular dominante o procedentes directamente de la propia Península- se apresurnron a reclamar, reponer y extremar los antiguos privilegios. Tal ocurre con toda reacción, hija de la violencia. Pero, naturalmente, esas medidas imprimieron, en los pueblos por ellas favorecidos, el grato dejo de sus franquicias y ventajas; de modo que, al restablecerse, con general disgusto, el sistema colonial monopolista de los pasados tiempos, que ponía en manos de los peninsulares la facultad exclusiva de vender, e imponía a los criollos la necesidad de comprar, a pequeños números de merca– deres españoles, artículos y productos enormemente recargados en la seguridad de la demanda y por la imposibilidad de la competen– cia; comenzóse a murmurar francamente sobre el asunto; a hablar en alta voz sobre la urgente libertad del tráfico, así fuese sólo con Portugal, con las otras colonias y con las potencias amigas o alia– das de España; a deplorar los síntomas cerrados y exclusivistas de la metrópoli; y a pregonar simultáneamente la justa participación que a los hombres públicos, en los sueldos y gracias, también aca– parados por los "godos" o "maturangos" orgullosos y absorbentes. 11 La deposición y vergonzoso lanzamiento de Sobremonte, "por voz del pueblo", como decía la resolución y acta pertinentes, ajando
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