Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

CAPITULO III EXPANSION, PROYECCIONES Y TRIUNFOS DE LA REVOLUCION PLATENSE 1 La energía -hasta entonces latente y desconocida- desplegada por el pueblo del Plata en el contrachoque expulsor de las irrupcio– nes inglesas, debía, en la persistencia necesaria e indestructible de toda fuerza, trasformarse primero en vigorosa sacudida de arranca– miento de las ligaduras metropolitanas, a la sazón relajadas por la lucha antinapoleónica; ligaduras meramente virtuales, sostenidas en tensión por un punto de apoyo aparatoso -vínculo fantástico, sin otro prestigio actual que el de la tradición, el hábito y el óleo del tiempo-; y no encontrando, en el perímetro íntimo de su acción, otra resistencia que destruir, trocóse luego en ímpetu extrarregio– nal, que, siguiendo el rumbo de su atracción máxima, altruista y simpática, consagróse a desparramar su ideal y su predominio re– dentores sobre la vida y el recinto de los otros pueblos. La ley eterna de la evolución suprasocial cumplióse; así, en su proceso de finali– dad dupla y eficiente: de un lado, la integración del grupo despren– dido (ya capaz de existir y desenvolverse por sí mismo) mediante la agregación y absorción de sus vecinos similares; y, de otro, la consolidación de la autogénesis consumada, por eliminación de sus resistencias y peligros periféricos. He ahí la característica con que dibújase grandiosamente, ante la historia, la pacífica revolución que, como un cambiamento natu· ral, efectúase instantáneamente en la patria de San Martín y Bel– grano, de Moreno y Rivadavia, de Alberdi y de Sarmiento; caracte– rística consistente en la expansión inmediata de sus potencias y medios, en sentido múltiple y simultáneo, paralelo en su origen, radiario en su repetición; doble salto de reflexión sobre el extremo norte, con el Paraguay, Montevideo y la altiplanicie de Charcas por objetivos; senda, esta última, donde, atajada y retroimpelida por contraimpulso insuperable, reagravado con las escabrosidades del terreno, practicó su épico movimiento de conversión hacia el poníen-