Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
CAPITULO IV PRIMERA EXPEDICION PLATENSE SOBRE EL ALTO PERU COTAGAITA, SUIPACHA, AROMA Y HUAQUI, ALBORES DE LA INTERVENCION ARGENTINA EN LA INDEPENDENCIA PERUANA I Por rápida y repentista que se considere la conmoción produc– tora de la independencia de Buenos Aires, totalmente consumada de 1806 a 1810, esto es, en el reducido lapso de un cuadrinio; es evidente que -aunque de arranque u origen ocasionales- no cons– tituyó una revolución aciónica ni agenésica, sino una evolución per– fecta, cumplida en una serie racional de cinco ciclos, desenvueltos natural y lógicamente. Las lides y victorias antiinglesas revelan ante todo, a ese sim– pático pueblo (y la revelación es súbita) su potencialidad hasta en– tonces escondida, pero real: he aquí el primer ciclo de la evolución planteada: el influjo inesperado y la presión lateral de una fuerza exterior, sirven de motivo despertador a una causa oculta, pero cier– ta y preexistente; a saber el ímpetu latente, la energía en potencia, del grupo invadido, creados y desarrollados en éste por el tiempo aunque adormecidos en su organización por el quietismo del medio ambiente secular. Esa potencialidad, primeramente ejercitada en lo interior y en lo bélico, y redondeada después por la eficiencia económica descu– bierta en el contacto mercantilista con el exterior, fuente de copio– sos intercambios y recursos, consagra la capacidad del grupo para defenderse y sostenerse por sí mismo, sin necesidad y con prescin– dencia de la protección, de la dirección o del estímulo metropolita– nos; organismo viable y desprendible como los fragmentos de la begonia herida por el hierro del floricultor, y por tanto convertible en entidad independiente. Tal es el segundo ciclo. Tercer ciclo: supuestas la potencialidad y capacidad del ente colectivo, y colocado éste último en presencia de la revolución se– midemocrática efectuada en la metrópoli, en que cada una de las
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