Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
76 GERMAN LEGUIA y MARTINEZ propósito, sincero o no, de inclinar, en favor de la causa liberal, ciertos ánimos aferrados a la fidelidad histórica; o, probablemente, como medio de posterior exculpación y defensa personal, para el caso de un éxito desfavorable en la imprevista marcha de los acon– tecimientos. ''Valerosos compatriotas, decía el vencedor de Irupana, más tar– de desprestigiado general en jefe de la Macacona: -No es la primera vez que mi afectuoso corazón despliega y funde, en vuestra presencia, los rasgos de su patriotismo. Constituído, hoy día, cabeza o hermano mayor entre vosotros, por un jefe que es el objeto de nuestras cari– cias y el restaurador augusto de la libertad de la patria, es forzoso manifestaros los sentimientos sagrados que me animan". "La excelentísima junta gubernativa de Buenos Aires trata de formar una nueva constitución política que afiance nuestra libertad, fije los derechos y obligaciones de la nación, y haga todas las mejo– ras que piden nuestras leyes y los abusos introducidos contra la libertad civil. Roto el pacto que nos unía al antiguo y opresivo go– bierno, hemos reasumido los derechos que por el ser de hombre nos corresponden. "Para realizar un plan tan majestuoso como benéfico a la patria, todo buen ciudadano debe desarrollar su patriótico entusiasmo; exi– gencia tanto más conforme a la razón, cuanto que, volviendo los pueblos de este vasto continente del estado de la naturaleza al estado social, se despojan del uso de la soberanía, para formar un nuevo pacto constitucional que asegure los derechos y deberes recíprocos entre el jefe del Estado y la Nación. El honrado vecino aprecia y ansía por aquellas privaciones que exigen el decoro y honor de la comunidad que compone. Los americanos del sud, si aventajan a todas las naciones del globo en la feracidad del suelo, en la variedad de producciones, en la bondad del clima, en las cualidades naturales del cuerpo y del espíritu, tampoco ceden en el sagrado fuego que los propulsa a beneficiar su patria". ''A la vista tenéis, generosos peruanos, las inmensas tropas de la inmortal Buenos Aires, que, cordialmente tocadas de vuestra opre– sión, han venido a restituirnos la libertad americana. Pronuciáis sus nombres con ternura, y los destináis a los fastos de la historia, que han de trasmitir nuestras glorias a la posteridad. Unámonos a ellos, y sean nuestras armas e insignias morir o vencer por la religión, por la patria y por el rey" . .. XIV Debidamente organizada la región del Alto Perú, desde Potosí hasta La Paz, con autoridades y empleados independientes, como
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