Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

GOYENECHE EN EL ALTO PERU 97 Quedaron seiscientos muertos sobre el terreno, y los realistas tomaron ocho cañones, un obús, setenta prisioneros y multitud de armas de toda especie. Rivero, con parte de su deshecha caballería, detúvose en los aledaños de Cochabamba y pidió esa misma noche garantías. Díaz Vélez siguió a Chuquisaca. Goyeneche, en la mañana del 21, ocupó la ciudad. Siguió esta vez en ella su política de tole– rancia y de perdón iniciada ya en La Paz; dió libertad a los prisio– neros de Sipesipe; dejó muchos de los cargos y empleos a los natu– rales patriotas que se acogieron a la amnistía y hasta dice cierto autor, "confirió el mando de un cuerpo de caballería al mismo Rivero, causante de aquellos desórdenes". (2) IV Gravísimas cosas, entretanto, ocurrían en La Paz. Las indiadas de Pacajes, Larecaja, Omasuyos y demás alrededores y subsecuen– temente las de Calamarca, Ayoayo, Sicasica y otros pueblos y alturas de la senda de Cochabamba (a espaldas de Goyeneche, y por supues– to aprovechando de la ausencia y lejanía de este general) habíanse insurreccionado en masa; y, derramándose por cumbres, llanos y caminos, acudido en inmenso número a poner sitio a la ciudad. Tristán, ya reconvertido a la causa realista en situación desesperada, y en su apuro pidió auxilio por expreso a Goyeneche, a Benavente y aun al propio Abascal. Convencido el astuto virrey -son sus palabras- de que, "para ser buena cuña, preciso era extraer ésta del mismo palo"- ordenó que el más tarde gloriosísimo cacique de Chincheros, brigadier don Mateo Pumacahua, agitador, vocero y mártir excelso de su raza; y lo mism'O el cacique de Azángaro y Asillo, comandante indio de milicias don Manuel de Chuquihuanca - levantasen, en sus respec– tivos distritos, "contramontoneras" componentes, con qué hacer frente a los otros indios sublevados. El marqués de Santa Lucía de Conchán (3), aposentador del ejército, enviado:! poco hacía, en refuerzo del general en jefe con ciento sesenta infantes, contramarchó a ruego de Tristán, previo aviso a Goyeneche, quien, a la vez, desde Cochabamba, desprendió parte de las tropas triunfadoras en Sipesipe, en dos divisiones colo– cadas a las órdenes del coronel Lombera (defensor, en la acción de (2) Torrente, op. el. vol. cit., pág. 196. '{3) Don Antonio Marcelo de la Cueva, español, excolega de la provincia de Cotabambas en 1804, casado en Lima con una hennana del conde de las Lagunas, doña Nicolasa Vásquez de Velazco.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx