Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

112 GERMAN LEGUIA y MARTINEZ XVII Esos refuerzos, constituídos por el Paucartambo, el Azángaro (mandado por el bizarro puneño José Antonio Esteves) y abundante caballería, llegan al cuertel general de Cobas a marchas forzadas, respondiendo a las premiosas exigencias del brigadier derrotado. Recíbelos éste, cobra aliento; y, sediento de despique, desanda cami– no y vuelve a Salta. Belgrano, por su parte, procede de Tucumán sobre la misma población. Aproxímanse así independientes y realis– tas, cada cual seguro de la victoria, que ambos propónense obtener a todo trance. El general argentino distiende, como las alas abiertas de un ave poderosa, dos líneas extensas de gauchos, que aseguren y cubran sus flancos contra cualesquiera sorpresas. Tropieza con el río Pasaje, a la sazón repleto, torrentoso, y, en algunos puntos, salido de madre. Es en febrero, el mes de las torrenciales y perennes lluvias. Belgrano hace traer centenares de carretas; de aquellas que, pesadas y eminentes, son de uso general en la región; y, alineándolas a través del álveo como un puente, hace que su ejército cruce in– cólume el hinchado río. Ocho días dura la operación que constituye otra sorpresa para los realistas, seguros de que el audaz remonte es irrealizable. El 17 del enunciado mes los independientes acampan y pernoctan en la hacienda del Castañar (17). El 18 practican varios reconocimientos. El 19 en la noche, toman posiciones a la vista de la ciudad. XVIII Y amanece el 20 de febrero de 1813, día de gloriosa recordación en los fastos del continente. Tristán, vuelto a las caricias de la táctica y la estrategia, forma militar y correctamente, en las primeras horas, a las afueras de la población. Apoya su derecha sobre el cerro vecino de San Bernardo; cubre su izquierda con la caballería; y coloca el grueso de su infan– tería en el centro, con la artillería al frente. Belgrano, un poco antes del medio día resuelto y firme, inicia la batalla, adelantándose en tres columnas paralelas, protegidas a diestra y siniestra por sus gauchos y dejando, a prevención, com– petente reserva a retaguardia. El choque se empeña, ante todo, por la derecha independiente, en que la gran masa de gauchos llena de empuje y de destreza, (17) A una legua de Salta.

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