Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

SEGUNDA EXPEDICION AGENTINA SOBRE EL ALTO PERU 121 tos, sin exceptuar la expulsión cortés y parsimoniosa de los capitu– lados de Salta (principales pregoneros de la potencia patriota), el restablecimiento de la disciplina y del honor militares. Así, paciente– mente, consumó al fin una reorganización completa. Dispuso para ello de casi dos meses, gracias a la lentitud con que Belgrano iba avanzando por las provincias meridionales. Todas éstas habíanse conmovido y alzado una vez más, al conocer los triunfos obtenidos por las huestes argentinas; de modo que el nuevo general español, como bien manifiesta Mendibum, vióse en "situación demasiado crítica, rodeado de pueblos contrarios e inquietos". -''Tenía, agrega ese autor- que batirse con un adversario superior, o emprender una retirada; y adoptó el primer partido, considerando su ejército tan desbaratado, si perdía la batalla, como replegándose; porque, al ha– cer esto, distando el Desaguadero ochenta leguas, además de la de– serción y de las hostilidades en lo tocante a subsistencias, tuviera que abandonar artillería, parque y equipajes, por falta de movilidad y por el mal estado de la escasa con que contaba. Hasta el esperar al enemigo en puntos bien elegidos, era azaroso, porque se daría tiempo a que le llegasen de Cochabamba mil doscientos hombres que, aguardaba de refuerzo"; por todo lo que, después de meditar las razones apuntadas, determinó librar al inseguro éxito de las ar– mas acaso la suerte de todo el Perú" (2). IV Entretanto, Belgrano avanzaba sobre él, sí tarde y pesadamen– te, favorecido en todas partes por la pública simpatía, y por la prestación general y espontánea de toda clase de auxilios. Prece– díales en su marcha una serie de pronunciamientos favorables, que abríanle las puertas de cuantas poblaciones hallaba en el tránsito, sin gastar un tiro ni desplegar el menor esfuerzo. Potosí declaróse otra vez por la libertad, a la salida de Goyeneche ( 1? de marzo), Chuquisaca proclamóse el día siguiente (2 de marzo), apenas hubo evacuádola el gobernador Ramírez; y Cochabamba, abandonada apenas por Lombera y su fuerte guarnición, procedió, con el propio presidente de la provincia, don José de Recabarren, a sublevarse por tercera vez contra los realistas ( 11 de marzo), ansiosa de vengar el saqueo, el incendio y demás ultrajes por esa ciudad sufridos en el nefasto 27 de mayo del año precedente. A ella llegó luego, enviado por Belgrano, el experto y valeroso coronel Alvarez de Arenales, allí encargado de organizar, esta vez en toda forma, la resistencia .. (2) Diccionario cit., t. VI, pág. 285.

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