Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
524 GERMAN LEGUIA y MARTINEZ XVIII Chile, como la Argentina, por lo mismo que carecía de arma· da, acudió en sus comienzos, a este género de hostilidades, expi– diendo patentes de ella a aventureros extraños, que, ansiosos de riqueza, veían, en la lucha por la independencia de estas repúbli– cas, una ocasión feliz de realizar sus espectativas. Ya hemos visto, como el emisario Aguirre, debidamente facultado para el caso, otorgó una de esas patentes al capitán Wooster del "Colomb", des– pués conocido con el nombre del "Araucano". Y recordará el lec– tor a aquel capitán Coll, que, con el corsario "Chileno", cometió la indignidad de embestir y dañar a la flotilla corsaria de B'ou– chard, a la salida del Realejo (16 de abril de 1819), no obstante ver que los buques atacados llevaban la bandera argentina. Muchos otros corsarios emprendieron, con pabellón chileno, la persecución o captura de presas españolas, en las costas de las PP. UU., de Chile, del Perú, Nueva Granada, Centro América y Méjico, causando en el tráfico mercantil de la metrópoli verdaderos estra– gos. No merecen recordarse sus hazañas y logros, por más que al– gunas de aquéllas hubiesen frisado con la ley~nda; pero sí hare– mos excepción de uno de esos arrojados auxiliar:es, por la página realmente novelesca, que tiene en nuestra historia. Fue aquel hombre John Brown, hermano de Guillermo, el mis– mo que, acompañando a éste, había estado en el bloqueo del Ca– llao y en el ataque de Guayaquil, y caído prisionero de los españo– les en el puerto de Buenaventura. Libre de su prisión, volvió a Buenos Aires, donde el gobierno le proporcionó el bergantín de guerra "Maipú", para hacer el corso en el Pacífico, en cuyas aguas surgió a mediados de 1818 (26), hasta salir de Valparaíso, en oc- (26) San Martín, en carta dirigida a Guido y fecha en Mendoza a 31 de julio de ese año, anuncia haber .salido buena artillería del Plata, con destino a Chile, "en el hermoso bergantín de guerra "Maipú", con 150 marineros ex, celentes par.a la tripulación de dos buques, y todos los paños y demás apres– tos para 4.500 hombres del ejército de los Andes"; carta inserta en la Revista de Buenos Aires, t. IV, año 1864, pág. 197.- Vese en este dato cuán grande fué siempre la participación que el gobierno bonaerense tuvo en la forma– ción de la armada chilena, en los aprestos para la realización del plan de San Martín y en el aprovisionamiento, para tal objeto, de toda clase de ele– mentos terrestres y marítimos: ''No he cesado, decía Guido a su gobierno en nota del 20 de mayo de 1818, de insistir en la necesidad de procurar a todo evento armamento naval, para concluir la guerra en Chile, y abrir con él paso a empresas ulteriores sobre el virreinato de Lima. . . Mis comunicaciones oficiales de · 14 de octubre último, y las sucesivas, habrán manifestado a S.E.
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