Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

CAPITULO III BLANCO ENCALADA.- LA "MARIA ISABEL".- LA PRIMERA SALIDA.-SORPRESA DE TALCAHUANO.-LA "O'HIGGINS".-EL "GALVARINO".- La "INDEPENDENCIA".- EL "INTREPIDO" Y EL "MAIPU". I El primer almirante de la naciente escuadra chilena. don Ma– nuel Blanco Encalada, era argentino, como Juan Manuel de Rozas, como San Martín, como Soler, como Las Heras, como la mayor parte de los libertadores de Chile. Había nacido en Buenos Aires el 21 de abril de 1790, y por tanto a la sazón no tenía más que veintiocho años. Fueron sus padres el oidor de la audiencia de Bue– nos Aires Ldo. don Manuel Blanco Cicerón, anterior oidor de las audiencias de Lima y de La Paz, y la hermana del marqués de Vi– lla Palma señora Mercedes Encalada,, de la más distinguida aris– tocracia del Plata. A los once años de edad había sido enviado a la Península (1801); hecho sus estudios preparatorios en el semi– nario de nobles de Madrid; e ingresado en la Academia de mari– na de la famosa isla de León ( 1806) que demora frente a Cádiz. Obtenida la clase de guardiamarina, entró inmediatamente en ser– vicio, destinado al buque de guerra "Carmen" en 1808, y batióse bizarramente a bordo de la armada española en las guerras maríti– mas contra Napoleón. Poco después era alférez de fragata, grado conferido com) premio de su bizarría en determinada acción ma– rítima ocurrida en plena bahía gaditana. En esa condición vino al Perú, incorporado a la división naval del Pacífico, como ayudante de su comandante en jefe. Desempeñaba el referido puesto, cuan– do estallaron las conmociones bonaerenses precursoras de la inde– pendencia ( 1809). Sospechoso para los realistas, que conocían sus ideas liberales y temíanlo por sus relaciones de familia y de amis– tad con los principales agitadores del Plata, Abascal reenviólo a España en comisión inoficiosa, que, a ojos vistas, resultaba un pretexto para alejarlo. Tres años después tornó a América, esta vez como oficial de la corbeta de guerra hispana la "Paloma'', con– sagrada a reforzar la defensa marítima de Montevideo (1812). La

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