Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
538 GERMAN LEGUIA y MARTINEZ santa f;'arbara, para, como Ricaurte, con su propio sacrificio, pul– verizar a los revoltosos; enseñoreáronse de la embarcación; y, te– merosos del castigo, dirigiéronse al estuario del Plata, para po– nerse a órdenes del gobierno argentino, coronando así el asesinato y la rebeldía con la traición (7). El 26 de agosto, en efecto, fon– deó la nave tránsfuga en la ensenada de Barragán, y se entregó dis– crecionalmente a las autoridades bonaerenses, que recibieron en triunfo a los desertores, les otorgaron clases y premios, y los in– corporaron en las filas patriotas, con los oficiales que, por miedo o por perfidia, habían hecho causa común con aquellos desalma– dos (8). La "María Isabel" atravesaba entretanto el Cabo, seguida por los siete transportes restantes (9). La "Resolución", con parte del Cantabria (doscientos hombres) y el segundo jefe de este cuerpo, teniente coronel Rafael Cevallos Escalera, siguió, conforme a últi– mas instrucciones, viaje directo al Callao, puerto en que fondeó el 26 de octubre (10). La "María Isabel" entró el mismo 26 en (7) Esta sublevación tenía muy naturales antecedentes, que hácenla ex– plkable, sin que por ellos alcance atenuación. Cuéntase que, momentos antes de salir de Cácliz, el conde Abisbal, general en jefe del gran ejército que desde entonces preparábase para atacar a América, arengó a la fracción del mismo que iba a embarcarse el 21 de mayo, manifestando la seguridad de que vendrían gustosos a "vengar todos los ultrajes hechos al rey Fernando, · el mejor de los reyes". Decía Abisbal estas palabras, cuando dos granaderos, ceñudos y atrevidos, dieron dos pasos al frente y exclamaron: ''Nosotros no vamos contentos". ¿Por qué?, interrogó el general.- "Porque hace ocho me. ses que no se nos p::i.ga nuestro prest".-Mudo de cólera Abisbal tartamudeó un final para su discurso, y en seguida mandó fusilar en el acto a ''esos inso– lentes".- Desastroso fué el efecto de la cruel medida en las tropas que iban a embarcarse. Los sargentos de los que luego pasaron a bordo de la ''Trini– dad'' (desde ese mismo día, 21 de mayo) se concertaron para la traición que consumaron el 22 d~ julio o 24 según otros), y que encontró franca acogida y aun el aplauso de la mayoría de las filas subalternas, según lo acreditaron los sucesos.- V, la Revista de Buenos Aires, t. IX, págs. 193 y 194. (8) Fueron tres: Francisco Bringas y Francisco Alborna, que después huyeron del Plata al Brasil, siguieron al Perú y se presentaron a Pezuela, que los admitió a servicio; y Manuel Abreu, que, expulsado por los independien– tes a causa de su mala conducta, "tuvo, dice Torrente, la osadía de pre. sentarse en España, donde sufrió la pena de diez años de presidio con re. tención''. Op . cit. t, II, pág. 436. (9) Deducidos el "Trinidad'', sublevado, y aquél que, por sus averías, había quedado en las Canarias. (10) Sobre la base de esas fuerzas (dos compañías) traídas por Cevallos Escalera, formóse en Lima el batallón Nuevo Cantabria, que ya veremos ac.. tuando, en las campañas de nuestra independencia, contra San Martín y con. tra Bolívar.
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