Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
540 GERMAN LEGUIA y MARTINEZ comienzos, ya claros y eficientes, de su ansiado poderío, O'Higgins y el ministro Centeno, catalejo en mano, escalaron también la duna más delantera, .despeés de revistar la flota, buque tras buque, y despedir, con frases eléctricas y afectuosas, a sus tripulaciones. A las nu ve en punto de aquel día, el "San Martín" (capitán Wilkin– son, 64 cañones) levó anclas e izó la insignia del almirante Blanco, saludada por las salvas de la fortaleza y por el trueno del aplauso público, retumbante a lo largo de la ribera. Estremecimiento des– conocido, nunca experimentado, sacudió todas las almas, cuando, a favor de la ventolera sudorienta!, ínfláronse las velas de la ca– pitana y rompió ésta en espumosa estela, seguida de la "Lautaro" (ca¡:-itán Worcester, 54 cañones), (11), el "Araucano" (capitán Mo– rris, 18 cañones) y el "Pueirredón" (capitán Vásquez 18 cañones). El estampido de los cañones, que con las salvas de rigor contes– taban los disparos de esas cuatro embarcaciones, prolongación del suelo, del poder y de la energía nacionales; y las esperanzas y es– pectativas cifradas en el viaje - colmaron la emoción del pueblo, hasta las lágrimas. Mil ciento nueve patriotas y ciento cuarenta y dos bocas de fuego, perdíanse a lo lejos, en la ceja extrema del ho– rizonte, entre cielo y agua, llevándose consigo las ilusiones de la colectividad y encargándose de afirmar su existencia y sus desti– nos. Y cuéntase que O'Higgins, clavados los ojos en la flotilla ex– pedicionaria, murmuró ensimismado, esta frase profética: "Tres carabelas, dieron a España estos dominios: las cuatro que ahora se pierden allá lejos, se los arrebatarán!" . . . VI La empresa enhorabuena acometida resultó tan provechosa como incruenta. A los diecisiete días de una navegación pesada, pe– ro sin contratiempos, Blanco se aguantó sobre sus velas frente a Talcahuano, y sólo expidió delante (27 de octubre) al "Arauca– no" para hacer el necesario reconocimiento. La "María Isabel", al abrigo del fuerte y de sus once piezas de artillería, encontrába– se fondeada, bien adentro de la bahía, al parecer completamente descuidada y en condiciones de poder ser sorprendida y capturada fácilmente. El 28, a la hora exacta del mediodía el "San Martín" y la "Lautaro", enarbolando la bandera británica (12), ganan el canal (1) Según la Graham iba también "La Chacabuco", capitán, Francisco Díaz, oficial de artillería, de 20 cañones. Op. cit., pág. 69. (12) Anotamos la aleve circun~tancia, utilizada por tercera vez.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx