Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
564 GERMAN LEGUIA y MARTINEZ de mar extranj eros; sino en el seno mismo del elemento merce– nario importado de fuera, en que marinos distinguidos, como Gui– se, Spry y Wooster, hubieran anhelado, y hasta llegaron a solicitar la dirección y j efatura de la escuadra confiadas al insuperable ir– landés. A fines d e diciembre de 1818, hervía sordo fermento en Valparaíso; y aun puede decirse organizado un partido de oposi– ción contr a el almirante novísimo, en los elementos y fuerzas flo– tan tes, encabezada por los referidos Wooster, Guise y Spry. El segundo de esos jefes había ya negádose a servir como segundo de Blanco Encalada; "caballero, decía, que a pesar de los respetos que le eran merecidos, o no era w1 oficial de marina bastante ex– perimentado ni p r ometía a la escuadra mandada por él ''obtener victorias permanentes". La indiscutible superioridad del presunto árbitro del Pacífico y su energía aplanadora, apagaron, en gran par– te, esos resquemores de la vanidad, de la envidia y de la ambición como siempre inescrupulosos y desatentados; al fin, la exclusión del más empecinado de los descontentos, capitán americano Woos– ter acabó por acallar las resistencias, y Guise y Spry no tardaron de buen grado en someterse (2). III Llegaban, entretanto, noticias inquietantes. Pueirredón había participado el arribo, a Río de Janeiro, de tres fragatas de guerra peninsulares, arribo anunciado inmediatamente por el plenipoten– ciario argen tino en dicha capi.tal; y el general Balcarce, que operaba en el sur sobre los residuos españoles de Maipú refugiados en Con– cepción , daba asimismo la nueva del ingreso, en Talcahuano, de la fragat a de guerra "Venganza" y del bergantín "Potrilla", proceden– tes del Callao, y allí enviados, sin duda, para estar a la mira y espera del r efuerzo marítimo mencionado (5 de enero de 1819). Con tan desventajosa perspectiva, Cochrane precipitó febril– mente sus preparativos, y el 14 estuvo listo para zarpar. Así lo comunicó a O'Higgins, en misiva privada de la propia fecha: "La escuadra, decía, va a dar la vela, para ejecutar los grandes objetos qu e el gobierno se ha servido confiar a mi cuidado. Aseguro a Ud. que estoy muy penetrado del honor que se me ha hecho y de la confianza puesta en mí. Sabiendo, como sé, que de los esfuerzos de esta escuadra depende más que cuanto ha dependido de obra de (2) El primero tomó desde el 14 de enero, el mando de la "Lautaro", que Wooster hab ía antes tenido a sus órdenes. Spry entró como segundo de Guise, con quien siempre le ligó la más sincera afección e invariable lealtad.
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