Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

596 GERMAN LEGUIA y MARTINEZ y de grillos ( 9). Satisfecha así la sed de sangre de los dominad0- res, y vuelto Camba de Supe, como pasamos a ver, éste y Escalera tornáronse a Lima, dejando en Huacho y Huaura una guarnición competente al mando del teniente coronel, exgobernador de Gua yaquil, don Manuel de Cucalón (10). VII Sabida la existencia, en pleno camino norte, de los tesoros que a España trataba de enviar el comercio de Lima, Cochrane hizo que Blanco Encalada trasbordárase al "San Martín"; orden{Jle, con éste, con eJ "Lautaro" y con el "Pueirredón", cruzar constan– temente entre el Callao y Huacho, en guarda del bloqueo, con advertencia de practicarlo "mar afuera de la isla de San Lorenzo" (11); y él, con la fragata "O'Higgins", el bergantín "Galvarino", y sus tres presas (12), dió vtelas a Supe a las dos de la tarde del 4 de abril; esto es, en los momentos en que Cevallos Escalera y García Camba procedían de Chancay a Huacho y Huaura con la expedición realista. Llegada la escuadra a Supe (el mismo 4), hizose allí el corres– pondiente desembarco, a fin de incrementar el avituallamiento ini– ciado con tan apreciable éxito en la campiña huachana, y de paso averiguar el ya msinuado paradero de los tesoros ambicionados. En esos instantes presentóse a bordo de la "O'Higgins", para ofrecer incondicionalmente sus servicios a Cochrane, el adoscente peruano don Francisco Vidal, futuro héro .... de la Puná, Balao y Valdivia; (9) Cochrane y Miller dicen que sólo fueron fusilados dos; pero nos ate– nemos a la confesión de Torrente, quien dice: "Siendo preciso hacer rm te– rrible escarmiento en los habitantes de aquella costa, que habían acreditado, con escandalosas pruebas, su ardiente adhesión a la causa de la independencia, fueron pasados por ]as armas cinco de los más culpables, dando así una terri– ble lección de la facilidad y prontitud con que serían castigados cuantos trata– sen de separarse de la senda del honor y de la lealtad".- Op. cit., vol. II, pág. 495. Y, en nota colocada al pié del párrafo copiado, agrega: "Brilló en esta ocasión de un modo muy recomendable la beneficencia y humanidad de Cevallos Los condenados a muerte eran diez, y todos ellos convictos de igual grado de culpa: para conciliar el desagravio de la vindicta pública con sus . nobles sentimientos, perdonó la vida a los cinco que tuvieran la suerte de sacar de la urna funesta las cédulas de gracia''.- Id. id., loe. cit. (10) Ya tendremos ocasión de conocer a este personaje en la parte de esta Historia destinada a tratar de la "cuestión de Guayaquil". (11) Carta cit, de Alvarez Jonte, en Huambacho, a 10 de abril. (12) Para trasportes. Esas tres presas eran: fragata "Victoria'', bergan– tín "Lucero" y una goleta; ésta de nombre no recordado.

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