Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
614 GERMAN LEGUIA y MARTINEZ IV Juzgólo así el ministro de la guerra, Centeno, que, con la venia expresa del Director, y justamente enfurecido por la conducta de su subalterno, no trepidó un momento en someterlo a la informa– ción sumarial de precepto, para esclarecer su responsabilidad. Ins– tantes después, de largar anclas en Valparaíso el 25 de mayo, a las dos y media de la tarde, ofició Blanco a O'Higgins, directamente, prescindiendo del órgano regular, sincerándose de lo que su con– ciencia, antes que jurado alguno! hacíale comprender como conde– nable. Recibida esa comunicación en Santiago el 27, Centeno la de– cretó incontinenti con esta frase, por sí sola equivalente a la más dura sanción: "Contéstese al oficiante que, mientras en un consejo de guerra se examina su conducta, relativamente a haber alzado el bloqueo, permanezca arrestado en su casa" ... Tal consejo, presidido por el almirante Cochrane y constituído por los coroneles Pedro Conde, Luis La Cruz, Joaquín Prieto y Ma– riano Larrazábal, acabó, de conformidad con el dictamen del fiscal J. Fortel, por absolver, unánime y definitivamente, al acusado; vo– to compasivo y benévolo que la opinión pública repudió, y que en Cochrane fué una extraña aunque caballerosa restribución de arran– ques nobilísimos, que la altiva y a veces generosa sindéresis del fa– moso marino, creyó no deber de ningún modo olvidar (2). (2) Recuérdese que, cuando terribles resistencias hervían en torno del extranjero recién venido, Blanco ecalló aquéllas sometiéndose, humilde y patrióticamente, a esa autoridad que excluía la suya, hasta entonces única, y le postergaba a desairado lugar. De ahí la gran estimación y consideración guardada por el almirante escocés al ex-almirante bonaerense. Cochrane disculpa en sus Memorias, del modo más paladino, el comportamiento, du– doso por lo menos del asendereado Blanco: "Vióse, dice, obligado a levantar el bloqueo del Callao por falta de provisiones, lo que desagradó en alto grado al gobierno, sin recordar que lo primero que debía censurar era su propia negligencia o falta de previsión para atender oportunamente a las necesidades de la escuadra".- Memorias ref.; pág. 22- El voto por Cochra– ne emitido en el consejo, fue por supuesto, concorde con las palabras anterio– res: "Mi bpinión, expuso, es que el vicealmirante Blanco, al dejar el bloqueo del Callao, no hizo sino ejercer el poder discrecional de que estaba investido para obrar según su libre y mejor juicio, no pudiendo, en consecuencia, ha– cérsele reproche o cargo legítimo en la materia. Igualmente, soy de opinión que no hubiera sido prudente dejar un buque solo fuera del Callao, en razón de que el enemigo los tiene de mejor andar y fuerza. Por todo ello, mi voto es porque se absuelva honrosamente al vicealmirante de todos y cada uno de los cargos producidos a estos respectos contra su conducta". Nobleza por nobleza, hidalguía por hidalguía, díjose Cochrane, y procedió como el gobierno y el público no imaginaron jamás. Es posible también, y
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