Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
EL LORD EN VALPARAISO 617 gratificación extraordinaria (7); y calificar el acto de "espectáculo grandioso"; así como el invento, de ''arma destructora y horrísona, que trazaría el camino de la victoria y haría invencibles a los ejér– citos de la patria". Redobláronse las prevenciones para resguardar el valioso secreto y preceptuóse una penalidad severísima contra quienes pretendieran descubrirlo o permitieran penetrarlo (8). VIII No hay que ponderar el regoc1Jo con que Cochrane, de regre– so en Valparaíso ~en donde, dicho sea de paso, tributósele la más grande y afectuosa recepción (9) - impúsose del feliz éxito de los ensayos. Tanto se entusiasmó, que, aunque históricamente tacha– do -con justicia- avariento e interesado, y de contemplar en to– das sus empresas, más el lucro que la gloria; apresuróse a ofrecer al gobierno (27 de junio) la parte que le correspondía de derecho (7) Miserable en el día, pero valiosa para esos tiempos, tan pobres y tan apurados. Discernióse el premio de seis onzas de oro a Goldsack (102 $); y de la mitad de esa suma (51$), a Tylor. El oficio de Centeno (a Charles) decía así: 'El grandioso espectáculo que, en 'la mañána de hoy, presentó Ud. al Excmo. Sr. Director Supremo del Estado, séquito y público espectador, ha llenado la confianza de S.E. y hé' traspasado mucho más allá los límites de sus deseos. Esta honrosa y destructora arma hará que los ejércitos de la Patria sean invencibles, y que, con ella, tracen en su marcha el camino de su victoria. A este raro y prodigioso invento deberá la táctica militar una inaudita reforma, más duradera que las innovaciones de los Turenas, FederL cos y Guibertos; y la América, el cimentar sólidamente el baluarte de su li– bertad", etc.- Apud Bulnes, op et vol. cit., págs. 289 y 290. (8) Nota de 21 de julio de 1819, presente ya Cochrane: "El Excmo. Sr. Director Supremo -escribía el ministro de la Guerra- me ordena diga a Ud., como tengo el honor de hacerlo, no permita absolutamente a ninguna per. sona, de cualquiera clase y condición que fuera, penetrar en el laboratorio donde se trabajan los cohetes incendiarios, con prevención de que ni aún el mismo general en jefe podrá ser admitido en él (San Martín) si no exhibe una orden por escrito de S.E.; y que todo el que contraviniese a esta supre– ma determinación, teniendo conocimiento de ella, y no siendo autorizado por igual order., sufrirá la pena de muerte, así mismo que el oficial de guar– dia o comandante del puesto, que permitiese o coadyuvase a introducir a ningún individuo, quedando solamente exceptuados de estas disposiciones, Ud., el capitán Hind y los empleados en aquellos trabajos.- Dios, etc.- José Ignacio Centeno.- Apud autor, op. et vol. cit., pág. 290, nota num. 2. (9) "El pueblo me rindió multitud de homenajes y cumplimientos, y en el Instituto Nacional de Santiago se pronunció una laudatoria sobre los servicios que había prestado''.- Memorias, pág. 24.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx