Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

EL LORD EN VALPARAISO 619 c1on de los proyectos que alimentaba para su segundo crucero; proyectos sintéticamente delineados ya, desde Supe, en nota del 9 de mayo y que consistían, ya no sólo en viajes marítimos, sino en osadas incursiones terrestres, que, cayendo sobre alguna importan– te plaza del norte, como Guayaquil, o del sur, como Arequipa, pro– ..::urasen encender inmediatamente la rebelión emancipadora en el virreinato del Perú, empleando en ello sus propios inagotables re– cursos. Rico territorio el de los legendarios incas, y muy a propó– sito para "sacar al gobierno chileno de sus apuros" (18). Entorná– banse los ojos del metalizado prohombre, en un ensueño de felici– dad, fincada en esas riquezas que a su "patria adoptiva" ofrenda– ba y que a sí propio se prometía. Mil hombres de desembarco y ví– veres para solos cuatro meses, era lo que este nuevo "Adelantado de la mar del sur", funcionario a la par acuático y terrestre, deman– daba para hacer reales sus ilusiones de provecho oficial y personal. Sólo que el plan, por hacedero y ventajoso que fuese, era la antici– pación rastrera, parcial y vandálica de la épica expedición que aca– riciaba en su mente San Martín; y que O'Higgins, enteramente con– corde en la magna idealidad de la concepción del libertador de Chi– le, mal podía prohijar sin echar por tierra sus propios sueños y los del vencedor de Chacabuco. Sea por fragilidad de carácter, sea por un noble anhelo de no disgustar al proponente, ello es que en esa oportunidad el Director chileno eludió la negativa perentoria, pos– poniendo y reservándose para más tarde un motivo fecundo de dis– gustos y querellas con el gran marino. X Tres meses escasos pennaneció en Valparaíso ( 19), a la espera de la perfección y multiplicación de los cohetes a la Congreve, y fueron, con todo, muchísimos los sinsabores que al gobierno de que dependía causó r:on sus pretensiones, rebeldías, audacias y apeti– tos. Parecieron éstos exacerbarse, ya no sólo con el regosto y re– cuerdo de las sumas ingentes arrancadas como botín de guerra a la opulenta compañía de Filipinas, sino con el temor oficial desperta– do por las nuevas de expediciones marítimas próximas a llegar de la Península, y destinadas a las plazas fuertes de Valdivia y del Ca- (18) Palabras del m~smo lord en la cit. nota del 9 de r\ayo; palabras eternas, cristalizadas. en hechos en 1820, 1838 y 1879; palabras que todo pe.. ruano debe recordar como una sentencia, a fin de evitar que t"ll cristaliza. ción escandalosa se repita. (19) 16 de junio de 12 de setiembre de 1819 .

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