Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
630 GERMAN LEGUIA y MARTINEZ mismas, Guillermo Miller, todavía estancado en su grado de sargento mayor, a pesar de las quemaduras sufridas y de los buenos servi– cios prestados hasta esa fecha. Tal nombramiento significaba un descenso, porque relegaba a segundo término a quien, en el crucero de Blanco a Talcahuano y en el primero de Cochrane a la costa del Perú, había desempeñado sin mácula el primer puesto; esto es, el mismo que ahora se entregaba a Charles. Miller, noble, bondadoso, zJegre y modesto como el que más, tomó y sirvió el cargo inferior que se le discernía, con aquella ab– negación y conformidad risueñas que fueron distintivas de su carác– ter. Hay que establecer esta circunstancia, meritísima para un hom– bre que, desde entonces hasta su fallecimiento, fue un peruano, si adoptivo, devoto, amoroso y entusiasta. II El 27 de setiembre, la e~cuadra, toda ya en convoy, surg10, frente a la bahía del Callao, en la isla de San Lorenzo. Ese día, Y el siguiente 28, no se movió de su fondeadero, ocupado en preparar las balsas precisas para la conducción y el lanzamiento de los fa– mosos cohetes, y las salvavidas de previsión y recaudo, para los hombres que pudieran zozobrar en el arriesgado procedimiento (3). El mismo 28, convocados todos los ·comandantes de la flota a bor– do de la almiranta, trazóse el plan sintético de ataque, y el ana– lítico indicador del papel que a cada cual correspondería en el asunto. Ese plan, según Miller, era el que sigue: "La O'Higgins" debería ir a la cabeza; el ''San Martín" y la "Lautaro" seguirían inmediatamente; y los tres anclarían paralelamente a los buques enemigos. El mayor Miller, en una balsa que conduciría un mortero ( 4), se colocaría a vanguardia de la izquierda de la línea, hacia Bocanegra, punto en donde desagua el río Rímac. El capitán Hind, en otra balsa con cohetes, debería situarse entre la anterior y la "O'Higgins"; el teniente coronel Charles, en otra balsa, también con Robert Wilson, que lo hizo su ayudante y lo llevó a Rusia, Alemania e Italia, cobrándole estimación y cariño extraordinarios; y distinguídose en todas las campañas que los ingleses consumaron en tales países y en España. Miller, que, a pesar de su posición, amó siempre y apreció grandemente a Charles, úice de éste que "jamás existió oficial que, sirviendo en ejércitos extranjeros, hubiese sido más universalmente querido que dicho militar inglés, ni desple. gase cualidades que le dieron más derecho a ser estimado, ya por sus cono. cimientos en la profesión, ya por sus dotes personales''. - Memorias, t. I, pág. 204, nota 2~ . (3) Memorias del Almirante, pág. 28. (4) Pieza de artillería emisora de bombas.
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