Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
SEGUNDO CRUCERO DE LORD COCHRANE 633 conductor era el parlamentario a que en el aparte anterior acaba– mos de referirnos. VI Esa carta, pueril y grandiosa a la par, decía así: "Excmo. Sr. Virrey del Perú.- Excmo. Sr.- El resultado más funesto que invariablemente produce la guerra, es la destrucción de los intereses de los particulares. Esta va a ser el del día, si una madura reflexión de V.E. no lo impide, valiéndose de un arbitrio que está en su mano, y que no mancharía su carácter como caba– llero, ni su fama como general, pues a mí me sería indecor<?SO pro– poner cosa alguna derogatoria de estos principios, como caballero y como general". "Si V.E. se halla satisfecho del valor y fidelidad de sus oficia– les, marinería y tropas, le ofrezco una gloriosa ocasión para mani.: festarle, hallándome pronto a luchar contra fuerzas iguales de los buques ae guerra que se hallan baio su mando, prometiéndole, bajo mi palabra de honor, que, si acepta este generoso desafío, mandaré a sotavento los buques necesarios, para hacer mi fuerza igual a la que V.E. gustare mandar; y el resultado decidirá de la suerte de los demás buques y de la población del Callao; pues de lo contra– rio, pondré en ejecución mi fuerza total, que inevitablemente ha de consumir todo lo que contiene bahía y población, después del tér– mino de cuatro horas al recibo de ésta". "El fuego devorador que ha aterrado a las huestes más formida– bles y veteranas de Europa consumirá los buques fondeados en este puerto y a la misma población del Callao". ''Los cohetes incendiarios han evidenciado al mundo antiguo que ellos constituyen la parte más ofensiva de una acción, cuando son manejados por inteligentes, como los que yo tengo a mi bordo. A su furor no hay resistencia valedera, y es quimérico intentarla. Tengo en mi mano el poder de destruir! A V.E. tócale armarse de prudencia, si quiere salvar la vida y los intereses de . innumerables individuos inocentes, que indudablemente perecerán y cuyos manes clamarán venganza contra la mano delincuente que tuvo el poder de salvarlos, y los sacrificó". "Hago a V.E. responsable a Dios y el mundo, si su terquedad me obliga a adoptar lo que mi amor a la humanidad me estimula a suprimir; pero mi deber al Estado de Chile me obliga a dar cum– plimiento a sus órdenes, bajo las cuales he entrado esta segunda vez en este puerto". Dios, etc. - Cochrane.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx