Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

646 GERMAN LEGUIA y MARTINEZ Fuera de sí Cochrane, decidió penetrar hasta el fondo de la bahía, así fuera con solo dos buques, para ver si lo reducido de su fuerza por un lado, y lo extremoso del atrevimiento por otro, indu– cían a los contrarios a aceptar y enredarse en una embestida. Para ello dejó al almirante Blanco con el "San Martín", el "Pueirredón" y el "Araucano" en las Hormigas (42); y él, con la almiranta y la "Independencia", ya de noche, metióse bahía adentro, hasta ponerse a distancia pequeñísima de los buques y castillos españoles. Nada consiguió esta vez, como las otras, con su temerario arrojo, a no ser algunas averías causadas por los fuegos contrarios, que impu– siéronle, para su reparación, otra recalada a San Lorenzo. Supusie– ron sin duda los realistas que tales averías eran de gran considera– ción; y el 8, cuando el lord no lo aguardaba, hallándose fondeada cerca de él (en la propia isla) la fragata norteamericana "Macedo– nia", veintisiete de las lanchas cañoneras enemigas dirigiéronse a sorprender a los patriotas, en son de practicar un abordaje. Cochrane no esperó por cierto el seguro desarrollo de tal suceso; sino que, con su almiranta, ya reparada y expedita, y siguiéndole los otros buques, infló velas sobre el Callao, con la clara intención de dejar a los atacantes extrapuerto; aislarlos de toda comunicación y ayuda por parte de su flota y de los fuertes; y, en tal disposición, pasar– los por ojo, cañoneados y apresarlos o echarlos a pique. Compren– dida la maniobra por la escuadrilla de lanchas, púsose en cobro con toda rapidez, desengañada del magnífico estado en que encon– trábanse los buques bloqueadores, y temerosa de aquel oblicuo corte llevado a su retaguardia, en que necesariamente habrían sucumbido. XVIII Seguidamente, en igual fecha, descubrióse el velamen y la arbo– ladura lejanos de un buque de guerra, que, avizorando cuidadoso la rada, parecía querer ganarla en un descuido. Era la "Prueba", que con ese improbable objetivo habíase aventurado desde Guayaquil. Diósele inmediatamente caza, sin resultado. De regreso, fue cogido en flagrante violación del bloqueo, un bote que, con pliegos del ~omandante Pérez de Camino para el virrey, deslizábase hacia el fondeadero entre puerto e isla. Por esos pliegos impúsose el almi– rante, ya en forma palpable y evidente, de cuanto deseaba saber, relativamente a la división naval partida de Cádiz, en junio, con destino al Pacífico; esto es, del regreso, en mal estado, del navío "Alejandro"; de la desaparición del "San Telmo"; y de la solitaria (42) El "Lautaro" y el "Galvarino'' marchaban en esos momentos a Pisco.

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