Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

656 GERMAN LEG IA y MARTI EZ cuyos consejos me asistieron, y en cuyo trato encontré gran placer y solaz, debo expresar una gratitud que, ay!, ya no le es posible acep– tar. Ocupado, con notable distii1ción, en las prodigiosas empresas de u país para devolver la paz y la tranquilidad a la Europa, su espíritu ardiente encontró en la América del Sur un nuevo teatro en que despl gar su valor y su talento, contribuyendo al adelanto de la hu– manidad, emancipándola de la esclavitud, este acariciado objeto de su vida! Con la muer te, universalmente sentida, de ese joven y bizarro oficial el servicio sufre inmensa pérdida y la sociedad queda p rivada de uno de sus mejores adornos" (13). Y Cochrane, no menos emocionado por tan deplorable pérdida, escribe a su vez: "El valor y el talento de este intrépido joven no eran menos conspicuos que los conocimientos universales que poseía, incapaz ya de mayor lus– t r e, a no ser el que recibían de la amable suavidad de sus virtuosos modales, y de aquella discreción en sus costumbres, nacida de la percep ción de un alma superior, persuadida de que, cuando se ha adquirido ciencia y conocimientos, se ha llegado solamente al um– bral de aquella sabiduría manifestada en todo cuanto la rodea" ( 14). Y el propio almirante, aludiendo al significativo legado fraterno de la espada de combate del egregio moribundo, añade: "Plegue al cielo que tal arma, constante compañera suya en sus viajes por la mayor parte del globo, en las horas del peligro y de la muerte - sea (por el legatario) manejada con celo igual en la justa y gloriosa carrera en que mi más respetado amigo ha caído prematuramente, dejándome motivo para lamentar su suerte desventurada hasta el fi– nal de mi existencia" (15). Por lo que hace a Miller, ciurante cuatro días aguardan los ci– rujanos una extinción que juzgan inevitable, y en los dieciseis si– guientes vénle suspenso, como de un hilo. entre la vida y la muerte. Su poderosa naturaleza triunfa, con todo, de tantos cuotidianos y funestos presagios, y salva, aunque manco de la siniestra; salva para empaparse todavía en alta gloria sobre las llanadas de Junín y de Ayacucho, y concurrir, en esta patria peruana, que hizo suya, a los primeros heroicos y trágicos días de su vida independiente. (13) Parte referido, apud Bulnes, op. cit., t . I, p ágs. 325 y 326 . (14) Id. id. (15) Id. id .

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