Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
660 GERMAN LEGUIA y MARTINEZ Sábese entonces que ambas son naves mercantes, armadas en gue– rra por el comercio de Lima; una y otra de ochocientas toneladas; Y allá enviadas a cargar madera y conducirla al Perú. Se completa la artillería de la ''Lautaro" con los bellos cañones de a 15 libras de la "Begonia", y luego se desembarca y se toma la capital de la isla. Cochrane, antes que nada, inquiere el paradero de la "Prueba", Y sabe que la ansiada presa se encuentra en Guayaquil desde el 23, o s a desde dos días antes de la salida de la flotilla independiente de Santa. Llegan la "Lautaro", el "Galvarino" y el "Pueirredón", llenos de cuidado y presurosos por suponer que el cañoneo de la mañana haya sido un combate entre la "O'Higgins" y la "Prueba". Cochrane, con ellos y con las dos nuevas unidades capturadas -"Aguila" Y ''Begonia"- se aventura, siempre sin práctico, en el río de Guaya– quil. La "O'Higgins", a la vanguardia, sirve de guía a los otros bu– ques por entre el zigzajeo proceloso de los bancos de invisible arena. La "Prueba" aligerada de su artillería y munido por sus instruccio– nes; quizá si acordándose de la mala suerte de Brown; y, más que todo, acariciando en sus mientes otra más gloriosa, magna y teme– raria empresa , desanda lo andado a lo largo del Guayas, y torna a fondear en la Puná; isla en que oficialidades y marinerías pásanla a sumo gusto con los frutos prodigiosos del suelo, si bien mortifi– cados por un clima que Miller califica, con razón, de "insufrible", sobre "una tierra cubierta de reptiles y un aire infestado de ins~c tos" (23). XII La escuadra, con todo, necesita carne fresca y otros víveres, escasos en la Puná. Cochrane envía sesenta hombres en la "Lauta– ro", a órdenes del teniente norteamericano Carson, para procurár– selos en Balao, sitio emplazado, sobre el continente, frente a la misma Puná, a la orilla opuesta del canal divisorio de J ambelí. Pero en Balao, paraje boscoso como los demás de la zona, per– dido entre mang]ares, lianas y matorrales espesos, hay una fuerza realista, si miliciana, suficiente para rechazar a los incursores, para- (23) Op . t vol. cits., pág. 206 .- En nota del mismo 28 de noviembre, que por primera vez publica Bulnes, Cochrane asegura al gobierno de Chile la posibilidad y su intención de "destrwr la fragata ("Prueba") desde la orilla oriental del brazo opuesto al río"; proyecto que luego abandonó, "conven– cido de que no era acertado posesionarse, con tan pequeña fuerza militar (corno la suya) de un lugar, tan distante de los buques, como la isla de Santa" (debió decir Santay isla pequeña, emplazada, en mitad del Guayas, entre Du– rán y Guayaquil, un poco al sur de uno y otro puntos). V. la referida nota en el t. I, pág. 329, nota núrn . 2, op . del escritor chileno ei t.
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