Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

14 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ sus actuales sacrificios. Entre el escollo de una reforma prematura, y el peligro de dejar intactos los abusos, hay un medio, cuya am– plitud señalan las circunstancias del momento y la gran ley de la necesidad. Cualesquiera que sean las dificultades que se presenten al adoptarlo, es preciso tener un grado de coraje superior a ellas, y hacer el bien con firmeza y con generosidad, para iniciar la impar· tante obra que el tiempo consolidará más adelante". "Sobre estos principios, y a fin de atender los diversos objetos que, en el nuevo orden de cosas, hacen inevitable el cambiamiento de la administración, para no dejar en la incertidumbre y sin sis– tema a las autoridades, y expuestos los derechos particulares a los riesgos de una jurisdicción indefinida, o a la falta absoluta de re– cursos que suplan las formas suprimidas por la necesidad, he re– resuelto establecer el siguiente Reglamento, usando de las facul– tades que en mí residen, y consultando el derecho que tienen los pueblos al establecimiento de aquellas reglas de que penden el orden y la seguridad general; el cual debe emanar, en todas las circuns– tancias, de la suprema autoridad que existe de hecho, aun prescin· diendo del derecho en que se funde". "Por tanto, y con la expresa calidad de provisorio, movido del interés público, y autoriz-ado por esa ley que sólo deja elección en los medios, y no en su objeto; declaro y establezco lo siguiente". .. III Este curioso preámbulo llevaba por título el de "Reglamento provisional que establece la demarcación del territorio actualmente ocupado por el Ejército Libertador del Perú, y la forma de adminis– tración que debe regir, hasta que se constituya una autoridad cen· tral por la voluntad de los pueblos libres" .. . Y esos "pueblos libres", visitados por un ejército "libertador", rnntinuaban sin serlo por virtud de la propia constitución imper– fecta y rudimentaria en que el jefe de ese ejército les reconocía la facultad de constituir una autoridad central por su voluntad . .. El gran capitán que, en Chile, apresuróse, antes que nada, a provocar una organización de arranque semi-popular y soberano, y anunció y prometió respetar ese mismo derecho en el Perú, habíase transfigurado, total y desfavorablemente, en el intante mismo de dar forma y caballeroso cumplimiento a las promesas hechas y a las obligaciones por él solemnemente contraídas. Dejando de lado la apropiación que de todos los poderes públi– cos había perpetrado en el quinquemestre anterior, desde su desem-

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx