Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
CAPITULO VI RETIRADA REALISTA (conclusión).- SU ANUNCIO Y CONSUMACION TOTAL.- SALIDA DE LA SERNA. - MEDIDAS POSTRERAS 1 El virrey permaneció aún nueve días en Lima. a la cabeza, como se expuso ya, de unos dos mil hombres. Pudiera aquella demora ca– lificarse de imprudencia; pero, parece que, con previsión hol).rosa para el referido funcionario, éste mostróse absolutamente tranqui– lo, y seguro de que su rival no le atacaría; ora, en primer lugar, por– que creyese que, desprendidas las divisiones de Arenales y de Miller, las tropas del general patriota eran insuficientes para un ataque; ora porque juzgáralo en situación semejante a la suya, desde el pun– to de vista del clima y de las enfermedades; ora, en fin, por contar, en el peor de los casos, esto es, dada la inadmisible hipótesis de una embestida y de sus consiguientes apuros, con un refugio seguro y firme, cuales eran las fortalezas del Callao, en las que había una guarnición, apreciable todavía, pues que llegaba a otros dos millares de plazas. Ello es que, con una ecuanimidad y serenidad muy dignas de la solemne importancia del momento, y rompiendo con los misterios y _a oscuridad hasta ese momento observados para toda clase de con– binaciones y medidas estratégicas, el entonces gobernante colonial del Perú creyó necesario y útil dirigirse a la población de cuyo seno se apartaba, anunclándole, primero, oficialmente la evacuación ya co– menzada, y explicándole después las razones que habíanle movido a determinarla, con todos los demás tópicos exigidos por el día y sus circunstancias; muy esencialmente, la indicación de la persona que, en ausencia suya, quedaría encargada proyisionalmente del mando y del cuidado del orden, en la capital que, de ese modo, no quedaría acéfala ni desamparada.
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