Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

PASIVIDAD E INACCION 27 fo, considerada la prudencia con que nos proponemos obrar siem– pre" (18). VII Ahora, escuchemos la palabra del propio San Martín: "Yo, de– cíale también al Director chileno (en carta privada de cuarenta y dos días antes, o sea del 23 de diciembre de 1820), yo me voy con pies de plomo, sin querer comprome'ter una acción general. Mi plan es bloquear a Pezuela. El pierde cada día la moral de su ejército: se mira sin cesar ... Yo, aumentando mis fuerza progresivamente. La insu– rrección cunde por todas partes, como el rayo. En fin, con paciencia y sin precipitación, todo el Perú será libre en breve tiempo" ... (19). Ya el 29 de noviembre había dicho: "Mis movimientos no tienen un carácter decidido, y sólo me contraigo a entretener al enemigo y preparar el desenlace de mis combinaciones, que, no duao será al fin satisfactorio para S.E. el Supremo Director y para los pueblos cuyo destino es el objeto de esta contienda" (20). Traía al Perú -reflexiona Bulnes- "una idea, y no un ejér– cito"; "su plan era una combinación de astucia, de prudencia, de saga– cidad y de calma, que refleja la índole de su espíritu" (21); y su labor resultaba mucho más intensa y proficua "en el gabinete que en el campo de batalla" (22). (18) "Este es un grande alivio, agrega, para Chile y Buenos Aires, en don– de se puede consolidar la independencia y organizar tropas que, no sólo ase– guren la tranquilidad de uno y otro Estado, sino que en todo caso sirvan de barrera a los esfuerzos de España". - Carta ref., apud Bulnes (donde se halla íntegra), t. II, 51, nota. (19) Apud Mitre, op. cit., III, 55.- Este autor coge en contradicción a San Martín, refiriéndose a estas palabras, estampadas el 23 de diciembre de 1820, y luego desmentidas por el avance realizado hasta Retes ocho días des– pués (1~ de enero de 1821). En efecto, a "pesar de esto -dice Mitre- con– trasfando con sus palabras y su plan de expectativa paciente, incurrió en una imprudencia, si no en un error militar, meditó un ataque combinado con la división de la sierra para estrechar a Lima; esto, cuando todo el ejército de Huaura no alcanzaba a 4.000 hombres, y el concierto con Arenales era, si no imposible, por lo menos muy dudoso".- Loe. cit.- En esta última parte hay una falsedad: el ejército libertador, conforme al estado de fuerzas del 15 de enero, no era de 4,000 hombres, sino de 6.699 (como se expuso ya), esto es, de 6.700, en números redondos, lo que da un exceso de 2.700 sobre la cifra apun– tada por el historiador argentino. (20) Carta al ministro de la Guerra, José Ignacio Centeno, desde el cuartel general de Supe. (21) Op. cit., II, 11. (22) Id. id ., pág. 12.

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