Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

378 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ y de circunstancias felices, aprovechadas en momento oportuno por espíritus avanzados, superiores a su época, sino producto de fermentos endógenos, potentes e indominables, que impusieran su aparición con esa misma necesidad que, conforme a las leyes natu– rales, colora la flor y cuelga el fruto en las secretas evoluciones terrestres; pero, precisamente tratándose del Perú, país independi– zado y constituido el último, y que, por degradado y estagnado que se le suponga, mal podía permaneceer adormecido, indiferente, estúpidamente estático, ante el hervor y estallido generales que, en torno suyo, conmovían y atronaban todos los ámbitos del con– tinente, es caprichoso y gratuito afirmar que, a la presentación de San Martín, el pensamiento, el propósito, el sentimiento peruanos fueran extraños· al objetivo de la libertad y a la pasión de la auto– nomía, que atraían e impulsaban a los otros pueblos. Decir que, al realizarse aquel suceso, no estaba el Perú m_oralmente insurrec– cionado, es decir que el Libertador argentino puso los pies en un territorio adverso y venía a redimir a un pueblo enemigo; nece– dad de que protestamos ante la historia, porque es la historia mis– ma quien acoge y apoya esa protesta. E:Q. efecto, no hay que entender el levantamiento de Trujillo en el sentido maliciosamente literal que da a tal frase el biógrafo de San Martín. Si la entonces opulenta y poblada ciudad de Lambaye– que había proclamado ruidosamente la independencia del Perú des.. de el 27 de diciembre de 1820; si la ciudad de Trujillo, cabeza del partido de su nombre, hizo lo propio el 29; si Piura siguió el ejem· plo el 4 de enero de 1821; y Tumbes lo secundó el 7; y hasta la apar– tada provincia de Jaén, con todos sus anexos, dio el grito el 8 y 9 de mayó; hay que dar a aquella frase del aludido historiador el senti– do propio y exacto que le corresponde de "levantamiento de todo el norte del Perú". Y, así, la ayuda misérrima, la conmoción local y ais– lada, sin repercusión ni trascendencia generales, que aparece como obra única e insignificante nuestra en el pensamiento de Mitre, co– bra de golpe la importancia que en justicia le pertenece; y añadi– do a los unánimes y espontáneos pronunciamientos que subrayaban la senda de penetración de Arenales, y a la aparición de resueltas y numerosas guerrillas, que protegieron la marcha de aquel jefe, cu– brieron su retaguardia, pusieron ce:ñidor de fuego a la capital ocu– pada por los realistas, intensificaron el bloqueo y apresuraron la evacuación, ofrece el espectáculo de una insurrección nacional, si r etardada por la presencia y prepotencia de nuestros opresores, ex– teriorizada en estallido amplio y unísono, apenas presentóse opor– tunidad favor able y encontró punto de apoyo próximo y cierto. An-

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx