Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
LA PESTE Y SUS ESTRAGOS 37 fundo celebró con el virrey La Serna, y de cuyas incidencias se hablará en el lugar correspondiente. A Punchauca, pues, escribió Monteagudo (3 de junio); y, a pro– pósito de la peste imperante en Huaura, decía: "La situación del hos– pital me aflige, tanto más cuanto que no hay medio de suplir las medicinas que faltan. De Huaura y de todas partes ( 11) claman por medicinas, y nada puedo remitir. Fray Antonio (12) me ve cada día para contristarme más. Mueren los hombres, porque no hay como curarlos; no por sus males. Me consuelo con que nada he omitido para evitar esta falta. El gobierno de Chile es responsable de ello. Y ocurre ahora un nuevo mal, que está en nuestras manos el evitar. Empiezan las lluvias o garúas, y son bastante recias de noche. Los galpones actuales, por más precauciones que se tomen -ya sea cu– briéndolos de totora, o con cueros, que sería muy costoso- no bas– tan para abrigar a los enfermos y precaverlos de la humedad. En fin, todo bien considerado, creo que no hay más remedio que poner el hospital en la hacienda del Galpón (13) o en Huaito (14); y, aunque no hay medicinas, se consultará la comodidad del soldado; habrá mejor orden y economía; y será menos difícil atenderlos en un edificio de esta especie. El mal es urgente, según me lo ha protes– tado Fray Antonío; y mañana voy, en persona, a ver las indicadas haciendas, para que el hospital se traslade a una de ellas. Entre tanto, he tomado medidas p_ara que, con cuanto cuero se encuen– tre, se cubran las salas. A no ser estas lluvias, con que yo no con– taba, los galpones estaban excelentes" ( 15). VIII Se ve, por esta carta, que las enfermerías u hospitales del ejérci– to no se hallaban instaurados en las casas-haciendas, reservadas pa– ra alojamiento de los jefes y oficiales; sino en los galpones, grandes cuadros de quincha (16) o tablazón que, como destinados a la escla– vatura, estaban, por dureza, desdén o incuria de los dueños, poco (11) Esto es, de los demás acantonamientos, a lo largo del río, hasta Sayán; y aun de Supe y Barranca, Pativilca y Huarmey, en donde estaban las reservas, o nuevos cuerpos traídos de Ruarás y Huailas, o los destacamentos que servían de custodia a los prisioneros. (12) Religioso betlemita, venido con el Ejército de los Andes desde Men- doza, al mando, dirección y cuidado de los barchilones y topiqueros. (13) Distrito de Pativilca. (14) Id. id . id. (15) Ms . de la Colee. Paz Soldán, leg. N'? 264. (16) Caña de Guayaquil y barro.
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