Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
PRIMEROS ACTOS DEL PROTECTORADO 569 levantaban, con entusiasmo y desprendimiento semejantes, multi– tud de erogaciones con peculiares fines, como la dirigida a auxiliar al batallón Numancia y la que te1úa por objeto la construcción del navío San Martín. El sentimiento de la nacionalidad, que Mitre nie– ga antojadizamente al Perú, y el amor de la independencia, palpita– ban en todos los actos y vibraban intensamente en todos los co– razones. XII Así logrado algún desahogo en materia de recursos, pudo Una– nue pensar en la reorganización de la hacienda misma; dictar, para ello, medidas previas que la sistemaran; y entregarse al estudio de una regulación total, que, rompiendo las trabas y el exclusivismo coloniales, apareciera concorde con las imposiciones de la nueva situación, y, sobre todo con su idea, su sentimiento, su fin y su impulso: la libertad. Al convocar el concurso de que se ha hablado en la pág. 461, decía el ilustre sabio: ''En tiempo de los últimos virreyes, existía, con la denominación de Real Hacienda, una bancarrota que procu– raba cubrirse con la estafa y mala fe. Una multitud de zánganos se alimentaban en su desorden del sudor del propietario, del comer– ciante y del hombre industrioso, lo que, dejando un vacío para el sostén de las tropas que debían perpetuar la esclavitud de este impe– rio, se procuraba llenar a costa de vejaciones inauditas. De este mo– do y bajo estos principios, se creía sólidamente establecido un go– bierno ciego, que ignoraba que la desorganización de las rentas pú– blicas es el mortal síntoma de la ruina y pérdida del Estado". Imbuído de tales conceptos, basó su régimen económico en el orden, la honradez, la economía y la libertad. XIII Desde luego, había que poner una línea separatoria con el pasa– do. El 9 de agosto mandó que todas las oficinas del ramo practica– sen corte y cierre de cuentas hasta el 31 de julio, para, desde el 1? de agosto, abrir nueva cuenta en otros libros, con observancia del método mismo adoptado hasta esa fecha. Y el 13 del mismo agosto, Victoria Paraíso, Madre Rectora de las Educandas de Lima, ofrecióse tam– bién a la labor con sus alumnas, quejándose de que, desde la erección del establecimiento, efectuada más de dos siglos antes, en 1616, éste hubiera tenido la desgracia de "verse relegado al mayor olvido".- Gaceta de Gobierno, núms. 35 y 38, del 7 y 17 de noviembre.
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